sábado, 31 de mayo de 2008

Kwan Yin

Sin duda alguna, Kwan Yin es la más amada de las deidades del mundo chino. Su figura ha trascendido las categorías religiosas. El atributo particular de Kwan Yin es su misericordia, que le hace accesible a todos. Se cree que rescatará a cualquiera que acuda a ella en momentos de crisis.

Su forma y atributos son ya un llamado al corazón de los que la ven para que despierten en ellos sus cualidades. Especial poder se le atribuye ante los peligros producidos por el agua, los demonios, el fuego o las armas. Comprende la naturaleza del temor y la angustia y responde a ellos con compasión. Diosa Madre al fin, oye las oraciones de aquellos que desean tener descendencia. Ella es todo amor y la encarnación de la gracia y la belleza. Nacida con un rosario de cristal blanco en su mano derecha y un loto en su izquierda. A través de todo oriente ( y cada vez más en occidente), hay altares dedicados a esta Madre misericordiosa, así como templos, grutas,grandes monumentos y estatuas.

La masiva emigración de orientales a América y Europa en busca de una vida mejor, a contribuido sin duda a la difusión de la imagen de Kwan Yin, haciendo que aún en los bosques del norte de California haya altares a Kwan Yin. Su llama arde incesantemente en los labios de sus devotos; ellos buscan su guía y apoyo en todas las areas de la vida. No en vano su nombre significa: "Quién contempla el (suplicante) sonido del mundo". Otra fórmula un poco más larga del nombre es Kwan Shih Yin, y así quiere decir: "Aquella quien quiere, observa y oye el sonido del mundo".

En la mitología de China, Kwan Yin es una Diosa del tipo Madre/Protectora. Cuando el Buddhismo llego a China , la gente creyó más apropiado que la compasión fuese representada con aspecto femenino. Así el Bodhisattva Avalokithesvara pasó a identificarse con Kwan Yin. Pero esencialmente, la Diosa, es preexistente al Budhismo y este lo que hizo fue "sincretizarla" como una entidad de eminente contenido Budhista. Su origen se remontaría muchos siglos atrás, vinculándose luego al Budhismo, al Taoismo, el Shintoismo y más recientemente al Cao-Daismo y el Neopaganismo. Algunos van más allá y ven sus orígenes en la tradición de la Diosa en Persia o una adaptación del arcangel Mithra de la religión Zoroastriana.

El primer monje Budhista y traductor que se refirió en femenino a Kwan Yin fué Kumarajiva en su traducción al Chino del Sutra del Loto en el 406 de nuestra era. De las treinta y tres (el número que se relaciona con ella) apariciones del bodhisattva en la traducción, siete son en género femenino. Sin embargo, hasta el siglo X, se siguió representando a Kwan Yin en aspecto masculino. Con la introducción del Budhismo Tántrico en China en el Siglo VIII durante la dinastía T'ang, la imagen del bodhisattva como una hermosa Diosa vestida de blanco era predominante y creciendo en popularidad. Para el siglo IX había una estatua de la Diosa en cada monasterio Budhista de China.
En el Budhismo de la "Tierra Pura", Kwan Yin forma parte de una triada que se suele estar representada plasticamente en los templos y es un tema habitual del arte Budhista. En el centro aparece el Buda de la Luz Infinita, Amitabha (en Chino, A-mi-t'o Fo; en Japonés, Amida). A la derecha está el bodhisattva de la fuerza o el poder, Mahasthamaprapta, y a su izquierda está Kwan Yin, personificando la misericordia sin fin. A su vez, Kwan Yin cuenta en algunas imágenes con dos asistentes: A la derecha Shan-Ts'ai Tung-Tsi (El joven de excelentes capacidades) y a la izquierda Lung-Wang Nu, (La hija del Rey Dragón).
Dentro del Budhismo, Kwan Yin es uno de los cuatro grandes bodhisattvas (P'u-sa en Chino) junto a Samantabhadra, Kshitigarbha (Di-cang) y Manjushri (Wen-shu) y en su aspecto masculino se identifica con el bodhisattva Avalokiteshvara, a quién en Tibetano se llama Chenresi: " Quién oye llorar al mundo". Recibe también los nombres de Quan Yin Guanyin o Koon Yum (en Chino), Quan'Am o Quan-Te Am Botat(en Vietnamita), Kuan-Te Am Bosa, Kwanseum Bosal o Kwan Um (en Coreano), Kannon o Shokakanzeon Bosatsu (en Japonés) y Kanin (en Balines), todas estas denominaciones femeninas.
Kwan Yin ha hecho voto de permanecer en este plano (terrenal) y no entrar en los reinos celestiales hasta que todas las demás entidades vivientes hallan completado su proceso de iluminación y se liberen del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento (samsara).

Fuente: La Página de Kwan Yin


El Camino hacia la Felicidad

viernes, 30 de mayo de 2008

Stephen Hawking

Es el físico teórico más conocido y popular de nuestros tiempos. Nacido en Oxford en 1942, Hawking ingresó en la Universidad de Cambridge en 1962, para estudiar física teórica y acabar publicando en 1965 un doctorado sobre la naturaleza relativista y cuántica de los famosos agujeros negros. Las docenas de trabajos sobre cosmología publicados por Hawking a lo largo de los años dan testimonio de la solidez y de la capacidad de este físico teórico y cosmólogo interesado tanto en la teoría general de la relatividad de Einstein como en la física cuántica de la teoría de partículas -y particularmente obsesionado en el trabajo titánico de esbozar una unificación de ambos postulados, pues estos modelos, válidos individualmente en las grandes mediciones cósmicas y en los estudios de los fenómenos a una escala microscópica, no acaban de congeniar entre sí.

El gran éxito y popularidad de Hawking no llegó hasta finales de los años 80, cuando publicó un libro que se convirtió rápidamente en best-seller, titulado Breve historia del tiempo. En este ensayo se exponía de forma asequible para un gran público la evolución de las teorías físicas acerca del universo, desde los tiempos de Newton, pasando por Galileo y Copérnico, hasta llegar a nuestros días con las renombradas teorías de Einstein y las paradojas de la física cuántica para el mundo de las partículas elementales.

Pero esta fama, que ha alcanzado un nivel mundial y que hace que Hawking aparezca en periódicos, revistas e incluso en la televisión, no se debe tan sólo a la solidez de sus trabajos teóricos, o a la magnífica abstracción de los postulados de la física que plasmó en su primer libro, sino que también a una condición paradójica que presenta su persona: a los 23 de edad se le declaró una enfermedad paralizadora que progresivamente ha ido confinando a Hawking a una invalidez en una silla de ruedas, viéndose obligado a comunicarse con el exterior por medio de un ordenador especialmente diseñado para él; a pesar de que los médicos le pronosticaron un pronto desenlace fatal, el entusiasmo y la capacidad de lucha de Stephenle le ha permitido seguir trabajando y elaborando estudios más allá de toda razón y expectativa médica.


Fuente: www.muscaria.com

Libros escritos por Stephen Hawking
El Universo en una Cáscara de Nuez
Agujeros Negros y Pequeños Universos
Breve Historia del Tiempo
El Principio Antropico

lunes, 26 de mayo de 2008

Adler Alfred

Nace el 7 de Febrero de 1870 en Viena (Austria), y muere el 28 de Mayo de 1937 en Aberdeen (Escocia). Se graduó en Medicina, en 1985, donde comenzó a trabajar de oftalmólogo en 1897. Más tarde hizo prácticas como internista. Su primer encuentro con Freud se produce en 1899. Adler defendió las ideas de Freud en la Escuela vienesa de Medicina, en los círculos médicos locales y en la prensa. Desde 1902 participó en una pequeña tertulia organizada en casa de Freud. Escribe (1904) "El doctor como educador”. Ya por esta época Adler, a petición de Freud, desiste de su primera decisión de romper con el circulo. En 1907 escribió su monografía sobre la inferioridad de un órgano y su compensación psíquica: "Estudio sobre la inferioridad de los órganos y su compensación psicológica”. En 1908 da una conferencia en Viena sobre "el instinto de agresión”. En 1910 es nombrado presidente de la rama vienesa de la asociación psicoanalítica. Edita, junto con Freud y Steckel en 1910 "Revista de psicoanálisis", siendo Adler su director. Entre enero y febrero de 1911 dicta cuatro conferencias que constituyen "una crítica sobre la teoría sexual de Freud en la vida mental". Al terminar la cuarta conferencia la mayoría de los freudianos presentes decidieron, pese a la opinión contraria de Steckel, seguir siendo miembro de la sociedad psicoanalítica, pero advirtiéndole de no rechazar la teoría sexual de Freud. En agosto de 1911 anuncia en la editorial de la Revista de psicoanálisis su renuncia a formar parte del consejo editorial, lo que marcó su retirada del movimiento psicoanalítico. En 1912 se publicó "El carácter neurótico”. En este trabajo Adler establece la "psicología individual" como teoría de la unidad del individuo que tiende a metas finales de carácter inconsciente.

En esta obra desarrolla el tema de la compensación infantil al sentimiento percibido de inferioridad mediante distintas estrategias hacia una meta final (de superioridad). En sus obras posteriores Adler desarrollo su modelo psicológico centrado en las influencias del medio social y familiar en el carácter del sujeto, en conjunción con sus construcciones subjetivas de sus experiencias; conjunción que desemboca en el "Estilo de Vida" inconsciente, rector del psiquismo humano. Después de la primera guerra mundial, organizó las clínicas de orientación de niños en Viena, siendo propiamente el primer psicólogo/psiquiatra infantil de nuestra era. Entre 1927-28, Adler dio una serie de conferencias en los Estados Unidos. El modelo de la psicología adleriana concibe la psicopatología como expresión extrema del egocentrismo del sujeto contra los intereses de la cooperación social. La psicoterapia y la pedagogía adleriana tiene como finalidad el desarrollo de la cooperación humana salvando los obstáculos que impone el estilo de vida hacia la compensación de la inferioridad percibida. La psicología individual parte de la idea de que el hombre es un individuo que se mueve hacia una meta determinada y defiende el estudio del enfoque teleológico (hacia fines) que investiga la meta de una persona de tipo inconsciente. Las metas son construidas subjetivamente ya en la época infantil, influida por el ambiente o constelación familiar, y por la aspiración del niño

a compensar su sentimiento de inferioridad. La relación entre la meta y los modos de alcanzarla configuran la personalidad del sujeto.

Otras de las obras de Adler son: "La práctica y la teoría de la psicología individual" de 1920, "Comprensión de la naturaleza humana" de 1928-1930, "La educación de los niños" de 1929, "Superioridad e interés social" (obra póstuma de 1965).

Fuente: Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos

El sentido de la vida

PREÁMBULO
El hombre sabe mucho más de lo que comprende. ADLER

En mi calidad de consejero médico de enfermedades psíquicas y de psicólogo y educador en el seno de escuelas y familias he tenido en mi vida continuas ocasiones de observar un inmenso material humano. Ello me ha permitido mantenerme fiel a la tarea que me impuse de no afirmar en absoluto nada que no pudiera ilustrar y demostrar por experiencia propia. No es de extrañar, pues, que en ocasiones resulten rebatidas por mí opiniones preconcebidas de otros autores que no han tenido la oportunidad de observar, tan intensamente como yo, la vida humana. No obstante, nunca he dejado de examinar, ni por un instante, con serenidad y con calma, las objeciones de los demás, cosa que puedo hacer con tanta más facilidad cuanto que no me considero atado a ningún precepto riguroso ni a prejuicio alguno. Por el contrario, me atengo al principio de que todo puede ocurrir también de distinta manera. Lo singular del individuo no es posible englobarlo en una breve fórmula, y las reglas generales que establecí en la Psicología individual por mí creadas, no aspiran a ser sino simples medios auxiliares susceptibles de proyectar una luz provisional sobre un campo de exploración en el que el individuo concreto puede, o no, ser hallado. Esta valoración de las reglas psicológicas, así como mi acentuada tendencia a adaptarme y a penetrar por empatía (1) en todos los matices de la vida anímica, acentuó cada vez más mi convicción en la libre energía creadora del individuo durante su primera infancia y su correlativa energía posterior en la vida tan pronto como el niño se ha impuesto para toda su vida una invariable ley de movimiento.
Dentro de esta manera de ver, que abre camino libre a la tendencia del niño hacia la perfección, la madurez, la superioridad o la evolución, caben las diversas influencias propias tanto de las aptitudes innatas (comunes a toda la Humanidad o en cierto modo modificadas) como del ambiente y de la educación. Todas estas influencias forman el material de que se sirve el niño para construir, con lúdico arte, su estilo de vida.
Pero estoy asimismo persuadido de que el estilo vital engendrado en la infancia sólo podrá resistir a los embates de la vida a condición de que se halle adecuadamente estructurado sub specie aeternitatis. Y es que se enfrenta a cada paso con quehaceres y problemas totalmente nuevos, que no podrían ser resueltos ni mediante reflejos ensayados (los reflejos condicionados) ni mediante aptitudes psíquicas innatas. Resultaría excesivamente aventurado exponer a un niño a las pruebas del mundo sin más bagaje que el de esos reflejos y esas aptitudes, que nada podrían frente a los problemas constantemente renovados. La más importante tarea quedaría siempre reservada al incesante espíritu creador que, ciertamente, ha de actuar dentro del cauce que le impone el estilo de vida infantil. Por este mismo cauce discurre, también, todo lo que las distintas Escuelas psicológicas han designado con algún nombre: instintos, impulsos, sentimientos, pensamientos, acción, actitud frente al placer y al dolor y, por fin, el amor a sí mismo y el sentimiento de comunidad. El estilo vital recae sobre todas las formas de expresión, el todo sobre las partes. Si algún defecto existe, se manifestará no en la expresión parcial, sino en la ley del movimiento, en el objetivo final del estilo de vida.
Esta noción me ha permitido comprender que toda la aparente causalidad de la vida anímica obedece a la propensión de muchos psicólogos a presentar al vulgo sus dogmas bajo un disfraz mecanicista o fisicista: ora es una bomba de agua la que sirve de término de comparación, ora un imán con sus polos opuestos, ora un animal en grave aprieto que lucha por la satisfacción de sus necesidades más elementales. Con este enfoque poco puede en verdad captarse de las fundamentales diferencias que ofrece la vida anímica del hombre. Desde que incluso la propia Física les ha escamoteado ese concepto de causalidad substituyéndolo por el de una mera probabilidad estadística en el curso de los fenómenos, no hay que tomar en serio los ataques dirigidos contra la psicología individual por negar la causalidad en la esfera del acontecer anímico. Incluso el profano podrá darse cuenta de que las innumerables equivocaciones pueden ser comprensibles como tales, pero no explicables desde un punto de vista causal.
Ahora bien, al abandonar con plena justicia el terreno de la seguridad absoluta en el que tantos psicólogos se mueven, nos quedará una sola medida para aplicar al hombre: su comportamiento frente a los problemas ineludiblemente humanos.
Tres problemas se le plantean a todo ser humano: la actitud frente al prójimo, la profesión y el amor. Estos tres problemas, íntimamente entrelazados a través del primero, no son ni mucho menos casuales, sino que forman parte del destino inexorable del hombre. Son consecuencia de la correlación del individuo con la sociedad humana, con los factores cósmicos y con el sexo opuesto. De su solución depende el destino y el bienestar de la Humanidad. El hombre forma parte de un todo. Y su valor depende incluso de la solución individual de estas cuestiones, comparables con un problema matemático que necesita ser resuelto. Cuanto más grande es el error, tanto mayores son las complicaciones que acechan a aquel que sigue un estilo de vida equivocado, las cuales sólo faltan aparentemente, mientras la solidez del sentimiento de comunidad del individuo no se pone a prueba. El factor exógeno, la inminencia de una tarea que exige cooperación y solidaridad, es siempre lo que desencadena el síntoma de insuficiencia, la difícil educabilidad, la neurosis y la neuropsicosis, el suicidio, la delincuencia, las toxicomanías y las perversiones sexuales.
Una vez descubierta la incapacidad de convivencia, se nos plantea un nuevo problema, no ya de interés meramente académico, sino de capital importancia para la curación del individuo, a saber: ¿cuándo y cómo quedó interceptado el desarrollo del sentimiento de comunidad? En la búsqueda de antecedentes oportunos tropezaremos con la época de la más tierna infancia y con aquellas situaciones que, según nos dicta la experiencia, pueden perturbar el normal desarrollo. Pero estas situaciones siempre coincidirán con la reacción inadecuada del niño. Al examinar más de cerca estas circunstancias, descubriremos, ora que una intervención justa fue contestada erróneamente, ora que una intervención equivocada fue contestada de la misma manera equivocada, ora -y este caso es mucho menos frecuente- que una intervención equivocada fue contestada bien y normalmente. Descubriremos asimismo que, una vez emprendida, el niño ha mantenido la misma dirección {orientada hacia la superación), sin que contrarias experiencias le hayan desviado de su camino. Educar (en toda la extensión de la palabra) equivale no sólo a ejercer influencias favorables, sino también a examinar cómo se sirve de estas influencias la potencia creadora del niño, para facilitarle un camino de enmienda en el caso de un desenvolvimiento equivocado. Este camino exige en toda circunstancia el incremento del espíritu de colaboración y del interés por los demás.
Una vez haya encontrado el niño su ley de movimiento, en la cual será preciso observar el ritmo, el temperamento, la actividad y, ante todo, el grado de sentimiento de comunidad -fenómenos todos que, a menudo, ya pueden ser reconocidos en el segundo año y en todos los casos en el quinto -entonces todas sus restantes facultades quedarán ligadas, en su naturaleza peculiar, a dicha ley de movimiento. En el presente iibro nos proponemos dilucidar principalmente, la apercepción que el hombre tiene de sí mismo y del mundo que le rodea. En otras palabras: nos proponemos dilucidar la opinión que de sí mismo y del mundo se ha formado, por lo pronto, el niño, y la que -siguiendo la misma dirección- se forma el adulto. Mas esta opinión no nos la dará el examinado ni con sus palabras ni con sus pensamientos. Las palabras y los pensamientos están bajo el dominio de la ley de movimiento, que tiende siempre hacia la superación. Y ni aun en el caso de que el individuo se juzgue a sí mismo, deja de aspirar subrepticamente al encumbramiento. Mayor importancia tiene el hecho de que la forma total de vida -llamada por mí estilo de vida -sea elaborada por el niño en un momento en que todavía no posee un idioma adecuado ni unos conocimientos suficientes. Al seguir creciendo, fiel a este sentido, se desarrolla el niño según la dirección de un movimiento que escapa a la formulación verbal y que, por esta causa, es inatacable por la crítica y se substrae incluso a la crítica de la experiencia.
No se puede hablar aqui de un inconsciente formado mediante la represión, sino antes bien, de algo incomprendido, de algo que ha escapado a nuestra comprensión. Pero todo hombre habla un idioma perfectamente comprensible para el iniciado, con su propio estilo de vida y con su actitud frente a los problemas vitales, que no pueden resolverse sin sentimiento de comunidad.
Por lo que se refiere a la opinión que el individuo tiene de sí mismo y del mundo exterior, el mejor medio de inferirla será partir del sentido que descubre en la vida y del que da a la suya propia. Evidentemente, es aquí donde mejor puede traslucirse una posible disonancia con un sentimiento de comunidad ideal, con la convivencia, con la colaboración y con la solidaridad humanas.
Ahora podemos comprender ya la importancia de aprender algo acerca del sentido de la vida y acerca de lo que los individuos interpretan por tal. Si existe un conocimiento, siquiera parcialmente aceptable, del sentido que nuestra vida pueda tener, fuera de nuestras experiencias empíricas, claro es que quedará refutada la posición de aquellos que están en manifiesta contradicción con él.
Como se ve, el autor no aspira más que a un resultado parcial e inicial, confirmado de sobras por su propia experiencia. Se entrega a esta tarea con tanto mayor gusto cuanto que le seduce la esperanza de que un conocimiento relativamente claro del sentido de la vida no sólo servirá de programa científico para ulteriores investigaciones, sino que también contribuirá a que aumente considerablemente el número de aquellos que, al familiarizarse con dicho sentido, se lleguen a identificar con él.

(1) En alemán Einfühlung. Otros traductores suelen verter este término por introyección o proyección sentimental. (N. del T.)


CAPÍTULO I

NUESTRA OPINIÓN ACERCA DE NOSOTROS MISMOS Y DEL MUNDO
Acuerdo entre la opinión y la conducta. El error de la generalización prematura. El plan de vida que antecede a la aparición del lenguaje. Analogía entre conducta animal y neurótica. Desconocimiento del propio estilo de vida. Psicologías de la posesión y del uso. Valor limitado de las reglas. La opinión del niño mimado y la del niño poco amado. Graves consecuencias de la opinión errónea. Resistencia de la opinión neurótica a los shocks anímicos.
No cabe, a mi entender, la menor duda de que toda persona se conduce en la vida como si poseyera una opinión determinada sobre sus propias energías y facultades, como si, al emprender una acción cualquiera, tuviese una idea clara de las facilidades o dificultades que dicha acción podrá ofrecerle. En una palabra que su conducta nace de su opinión. Esto no debe sorprendernos, puesto que a través de nuestros sentidos no logramos captar los hechos del mundo circundante, sino una representación muy subjetiva, un lejano reflejo. Omnia ad opinionem suspensa sunt. Esta frase de Séneca debiera tenerse presente en toda investigación psicológica. Nuestra opinión sobre los hechos importantes y trascendentales de la existencia depende de nuestro estilo de vida. Sólo al chocar directamente con hechos susceptibles de contradecir la opinión que de ellos nos habíamos formado, nos mostramos dispuestos a corregir, siquiera sea parcialmente, nuestro parecer. Nos dejamos influir en estos casos por la ley de la causalidad, sin modificar notablemente la opinión general que nos hemos formado respecto de la vida. De hecho, la reacción experimentada por nosotros frente a una serpiente que nos saliese al paso sería en absoluto idéntica tanto si se tratase de una serpiente venenosa como si sólo la creyésemos tal.
El niño mimado, al dejarle su madre solo en casa, se comporta en su angustia del mismo modo tanto si se halla frente a ladrones verdaderos como si sólo teme encontrarse con ellos. En todo caso, perseverará en su opinión fundamental de que no puede prescindir de la presencia de la madre, aun cuando los hechos demuestren lo infundado de su miedo. Una persona que, padeciendo agorafobia, evita salir a la calle, porque tiene el sentimiento y la opinión de que el suelo tiembla bajo sus pies, no se conduciría de otra manera, teniendo buena salud, si el suelo temblara realmente a su paso. El atracador a quien repugna el trabajo útil porque, no preparado para la colaboración social, considera erróneamente más fácil el robo, demostraría la misma repugnancia por el trabajo si éste fuese realmente más fácil que el crimen. El suicida parece convencido de que la muerte es preferible a la vida que ya no le brinda, a su modo de ver, ninguna esperanza; de manera semejante actuaría si la vida estuviera verdaderamente desprovista de toda esperanza. El toxicómano halla en el tóxico un alivio que él estima en más que la honrosa solución de sus problemas vitales. No observaría otra conducta si ello fuese realmente así. Al homosexual no le atraen las mujeres, a las cuales teme, mientras que le seduce el hombre, cuya conquista se le antoja un triunfo. Todos parten de una opinión que, si fuera exacta, haría aparecer su conducta como la verdaderamente adecuada a las circunstancias.
Examinemos el caso siguiente. Un abogado de treinta y seis años perdió todo gusto por su profesión. No alcanzaba éxito alguno, y atribuía su fracaso al hecho de producir mal efecto a los pocos clientes que le visitaban. Siempre le había costado mucho abrir su alma a los demás y se mostraba habitualmente tímido, particularmente ante las muchachas. Su matrimonio, que llegó a contraer tras largas vacilaciones y casi a su pesar, terminó, transcurrido un año, con el divorcio. Ahora vive retraído por completo del mundo, junto a sus padres, que deben atenderle en casi todas sus necesidades.
Es hijo único y había sido mimado de un modo increíble por su madre, que constantemente se ocupaba de él. Esta señora consiguió persuadir a su padre, y al mismo hijo en su infancia, de que éste llegaría a ser algún día un hombre sobresaliente. El niño fue creciendo con esta esperanza, que pareció confirmada, al principio, por sus brillantes éxitos escolares. La masturbación se inició en él muy precozmente, como suele acontecer en los niños mimados incapaces de renunciar a ningún deseo. El vicio llegó a apoderarse tanto de él, que le convirtió muy pronto en blanco de las burlas de sus condiscípulas y amigas. Esto fue causa de que se apartara por completo de ellas, entregándose en su aislamiento a triunfales fantasías sobre el amor y sobre el matrimonio. La única persona por la cual sentía atracción era su madre, a quien llegó a dominar completamente, y a la que incluso hizo objeto, durante mucho ticmpo, de sus fantasias sexuales.
En este caso se confirma con bastante elocuencia que el pretendido complejo de Edipo no es un fenómeno básico, sino más bien un pésimo producto artificial del excesivo mimo de la madre y que se pone más de manifiesto cuando el niño o muchacho se siente, en su extraordinaria vanidad, burlado por las chicas y carece de suficiente sociabilidad para buscarse otras relaciones. Poco antes del término de sus estudios y ante la necesidad casi apremiante de tener que ganarse la vida, enfermó nuestro joven de melancolía, es decir, se batió una vez más en retirada. Había sido siempre un niño miedoso, como lo son todos los niños mimados; rehuía el trato con personas extrañas y, más tarde, incluso con sus propios compañeros de uno y otro sexo. Ahora rehuía también su profesión, actitud que, en forma un tanto moderada, ha persistido hasta la actualidad.
Me limitaré a estos datos principales, pasando por alto los numerosos acordes de acompañamiento: los motivos, los pretextos y las excusas, y todos los demás sintomas morbosos con que trataba de asegurar su retirada. Una cosa es patente: que tal individuo nunca había cambiado su estilo de vida. En todo quería ser el primero y siempre se batía en retirada, en cuanto se le antojaba dudoso el éxito. Para sintetizarla en una sola frase, podríamos formular como sigue su opinión sobre la vida (tal como la adivinamos nosotros, pues él no hubiera llegado nunca a tener conciencia de ella): Puesto que el mundo se opone a mi triunfo, me retiro. Es innegable que como persona que ve su propia perfección en el triunfo sobre los demás, ha obrado correcta e inteligentemente. En la ley de vida que se había impuesto a sí mismo, no encontramos lo que se llama razón o sentido común, y sí, en cambio, lo que nosotros denominamos inteligencia privada. Una persona a la que la vida hubiera realmente negado todo valor, difícilmente podría actuar de otra manera.
Muy parecido, aunque con otra forma de expresión y una tendencia menos pronunciada hacia el aislamiento, es el caso siguiente: Un individuo de unos veintiséis años había crecido junto a dos hermanos por quienes la madre parecía mostrar más preferencia. Nuestro hombre seguía con celosa atención los notables éxitos de su hermano mayor, no tardando en adoptar una actitud crítica frente a la madre y en buscar un apoyo en el padre. (Tal orientación representa siempre una segunda fase en la vida de un niño). Su aversión a la madre se hizo pronto extensiva a todo el sexo femenino, y ello debido a las insoportables costumbres de la abuela y de la nana. Su ambición de dominar sobre otros hombres y de no ser dominado por ninguna mujer, creció de un modo extraordinario. Trató, por todos los medios, de atajar la superioridad de su hermano. Como éste le excedía en fuerza física, en la gimnasia y en la caza, llegó a detestar los ejercicios corporales, que excluyó por completo de la esfera de sus actividades, exactamente de la misma manera como había empezado por excluir a las mujeres. No le atraían sino aquellas actividades que le proporcionaban una sensación de triunfo. Durante cierto tiempo amó y admiró a una muchacha, pero sólo a distancia, lo que sin duda no fue del agrado de ésta, que acabó por otorgar sus favores a otro pretendiente. El hecho de que su hermano mayor viviera dichoso en su matrimonio, le llenó de temor de no llegar a ser nunca tan feliz y de desempeñar un papel inferior a los ojos del mundo, análogamente a lo que le había ocurrido con su madre durante la infancia. Un solo ejemplo bastará para demostrar cuánto ansiaba disputar a su hermano el primer puesto. Cierto día su hermano trajo a casa, al regreso de una cacería, una valiosa piel de zorro de la que mostróse muy ufano; pues bien, nuestro amigo cortó a escondidas la blanca punta de la cola para malograr así el triunfo del otro. Sus impulsos sexuales se encaminaron forzosamente en el único sentido que aún le era viable después de excluir de su vida a las mujeres; su actividad relativamente intensa dentro de un reducido marco de posibilidades le llevó inevitablemente al homosexualismo. No era difícil descifrar su opinión del sentido de la vida: Para mí, vivir quiere decir que, en todo cuanto emprenda, he de ser el primero. Para lograr esta pretendida superioridad iba excluyendo de su vida todas aquellas actividades cuya realización triunfal no le parecía de antemano segura. El descubrimiento de que, en sus relaciones homosexuales, también el otro se atribuía la victoria fundándola en su mágico poder de atracción, fue el primer amargo descubrimiento que efectuó en el curso de nuestras conversaciones.
También en este caso se puede afirmar que la inteligencia privada ha funcionado de modo impecable y que la mayoría de los seres humanos seguiría parecidos rumbos si, en general, las mujeres rechazaran realmente a los hombres. La gran inclinación a generalizar constituye, de hecho, un error básico, extraordinariamente frecuente en la estructuración del estilo de vida.
El plan de vida y la opinión se complementan mutuamente. Uno y otro arraigan en un período de la vida en que, si bien el niño es aún incapaz de formular en palabras y conceptos claros las conclusiones que extrae de sus vivencias, no lo es para empezar a desarrollar formas más generales de conducta partiendo de conclusiones informuladas, de vivencias a menudo triviales o de inexpresadas experiencias intensamente emocionales. Estas conclusiones generales y sus correspondientes tendencias, aunque formadas en un período en que el niño carece de palabras y conceptos, no dejan de ejercer una activa influencia sobre los ulteriores periodos de la vida, cuando el sentido común interviene ya más o menos correctivamente a fin de evitar que el adulto se apoye demasiado en reglas, frases y principios. Como más adelante veremos, la emancipación de estos exagerados intentos de apoyo y de afianzamiento -expresiones de una intensa sensación de inseguridad e insuficiencia- se debe al sentido común, secundado por el sentimiento de comunidad (Gemeinschaftsgefühl). La observación siguiente (que puede hacerse con frecuencia) nos demostrará que incluso en los animales podemos encontrar el mismo desenvolvimiento defectuoso. Un perro joven fue enseñado a seguir a su amo por la calle. Estaba ya bastante adiestrado en este cometido cuando un día se abalanzó contra un automóvil en marcha y fue arrojado a un lado sin sufrir daño alguno. Esto constituyó seguramente una experiencia excepcional, frente a la cual el perro no disponía de ninguna respuesta instintiva. Resulta difícil hablar de un reflejo condicionado para explicar el hecho de que el perro en cuestión continuase haciendo progresos en su adiestramiento, pero evitando a toda costa el lugar en que el accidente se había producido. No tenía miedo a la calle, ni a los vehículos, sino al lugar del accidente, y así llegó a una conclusión general parecida a la que en algunos casos establecen ciertos seres humanos: El responsable del accidente es el lugar y no el propio descuido o inexperiencia. Y, en tal lugar, siempre amenaza algún peligro.
Tanto el perro como las personas que proceden de manera análoga perseveran en su opinión, porque, con esto, consiguen por lo menos una cosa: no volver a sufrir daño ni perjuicio en aquel lugar. Muy a menudo en la neurosis hallamos figuraciones semejantes, mediante las cuales intenta el hombre protegerse contra una posible derrota o contra una disminución de su sentimiento de personalidad, aceptando y explotando un síntoma -físico o psíquico- originado por su excitación emocional ante un problema que, equivocadamente, ha juzgado insoluble. Con esto se justifica para poder batirse en retirada.
Es evidente que lo que en nosotros influye no son los hechos concretos, sino tan sólo nuestra opinión sobre ellos. Nuestra mayor o menor seguridad de que nuestras opiniones corresponden a los hechos reales, radica por completo y más aún en los niños inexpertos o en los adultos asociales- en la propia experiencia, siempre insuficiente, así como en la falta de contradicción entre nuestras opiniones y en el resultado de las acciones que de ellas se derivan. Es fácil comprender que estas opiniones son frecuentemente insuficientes, sea porque el sector de nuestra actividad resulta limitado, sea porque los pequeños errores y contradicciones suelen ser eliminados sin esfuerzo y hasta con el auxilio de nuevas faltas que remedian mejor o peor las anteriores, todo lo cual contribuye a mantener, de un modo permanente, el emprendido plan de vida. Únicamente los fracasos mayores obligan a reflexionar con mayor agudeza. Pero esto sólo da resultados positivos en aquellas personas que, sin objetivos fijos de superioridad, aspiran a resolver los problemas de la vida en fraternal comunidad con los demás hombres.
Así llegamos a la conclusión de que cada individuo tiene su opinión acerca de sí mismo y acerca de las tareas de la vida; de que obedece a un plan de vida y a una determinada ley de movimiento, sin que él mismo se dé cuenta de ello. Esta ley de movimiento se origina en el ámbito limitadísimo de la niñez y se desenvuelve dentro de un margen de elección relativamente amplio mediante la libre disposición -no limitada por ninguna acción matemáticamente formulable- de las energías congénitas y de las impresiones del mundo circundante. La orientación y explotación de los instintos, impulsos e impresiones del mundo circundante y de la educación es la obra de arte del niño, que no ha de ser interpretada desde el punto de vista de una psicología de posesión (Besitzpsychologie), sino de una psicología de uso o de utilización (Gebrauchspsychologie). El hallazgo de tipos, analogías y coincidencias es, por lo general, o un producto de la pobreza del idioma humano -incapaz de expresar fácilmente las diferencias de matiz que siempre existen-, o el resultado de una probabilidad estadística. Su aparición no debe en ningún caso servir de pretexto para establecer reglas que nunca pueden proporcionarnos la comprensión del caso concreto, sino a lo sumo proyectar cierta luz en el campo dentro del cual es preciso encontrar el caso concreto en su individualidad. La comprobación de un sentimiento de inferioridad muy acusado, por ejemplo, no nos dice aún nada acerca de la índole y de las características de un caso concreto, ni mucho menos nos indica la más minima deficiencia en la educación recibida o en las relaciones sociales. En la conducta del individuo frente al mundo que le rodea, se presentan siempre en forma distinta, como fruto de la conjunción entre la fuerza creadora del niño y la opinión que de ella depende, siempre distinta en el plano individual.
Unos cuantos ejemplos esquemáticos servirán para aclarar lo que llevamos dicho. Un niño que sufra desde su nacimiento molestias gastrointestinales -a causa, por ejemplo, de una minusvalía congética del aparato digestivo- y que, sin embargo, no recibe la alimentación adecuada -lo que quizá no pueda lograrse nunca con una perfección ideal-, fácilmente sentirá un especial interés por la alimentación y por todo cuanto esté relacionado con ella (véase Alfred Adler, Studie über Minderwertigkeit der Organe und ihre seelische Kompensation, Estudio sobre las minusvalías orgánicas y su compensación psíquica). Su opinión acerca de sí mismo y acerca de la vida está, por consiguiente, más íntimamente ligada con el interés por la alimentación, combinado, más tarde, con el interés por el dinero, una vez reconocida la relación entre ambas cosas, lo cual, como es lógico, debe ser estrictamente comprobado en cada caso particular.
Un niño a quien la madre haya evitado todo esfuerzo desde los comienzos de su vida, esto es, un niño mimado, muy raras veces se mostrará dispuesto a poner sus cosas en orden por sí solo. Y esto, con otros síntomas paralelos, nos autoriza a decir que el niño en cuestión vive en la opinión de que todo deben hacerlo los demás. En este caso, como en los demás que seguiremos enumerando, no puede ser emitido un juicio certero sino tras muy amplias comprobaciones. En el niño a quien se facilite desde su tierna infancia, ocasión para imponer su voluntad a sus padres, no será difícil adivinar el propósito de querer dominar siempre en la vida a todos los demás. Mas esta opinión, a tropezar, como suele ocurrir, con experiencias opuestas en el mundo exterior, dará lugar a que el niño acuse una actitud vacilante frente al medio ambiente (véase Alfred Adler, Praxis und Theorie der Individualpsychologie, Teoría y práctica de la Psicología Individual, Bergmann, Munich, 4a. edic.) y a que circunscriba todos sus deseos -a veces incluso sexuales -al recinto de su propia familia, sin llevar a cabo la oportuna corrección en el sentido del sentimiento de comunidad. Un niño que, desde sus primeros años, sea educado en un amplio espíritu de colaboración y en la medida de su capacidad, intentará la solución de todos los problemas de la vida de acuerdo con su opinión acerca de la verdadera vida social -siempre que no se halle en presencia de tareas sobrehumanas (1).
Así podrá ocurrir que una niña cuyo padre sea injusto y descuide a su familia, forme la opinión de que todos los hombres son iguales, sobre todo si se añaden a las vivencias habidas con el padre otras análogas, experimentadas en el trato con un hermano, con parientes, vecinos o, sencillamente, en la lectura de novelas. Otras experiencias de orden contrario apenas tienen ya importancia, si la primera opinión tiene cierto arraigo. Si a un hermano se le destina a estudios superiores o a una carrera importante, este solo hecho podrá conducir a la opinión de que las niñas son incapaces de recibir una cultura superior, o de que son excluidas de participar en ella. Si uno de los niños de una familia se siente postergado o desatendido, esto puede conducirle a una intimidación cada vez mayor, como si quisiera decir con su actitud: Está visto que siempre tendré que ser el último. Pero puede ocurrir, asimismo, que caiga en una enfermiza ambición que le empuje irresistiblemente a superar a los demás y a no permitir que nadie sobresalga. Una madre que mime con exceso a su hijo puede dar lugar a que él se forme la opinión de que para convertirse en personaje principal le bastará sólo con quererlo, sin necesidad de obrar en consecuencia. Si, en cambio, la actitud de la madre frente al niño es de constante censura y de inmotivadas reprimendas, quizá acompañadas de la preferencia por otro hijo, el niño en cuestión mirará más tarde con desconfianza a todas las mujeres, lo cual puede tener innumerables repercusiones. Si un niño es víctima de numerosos accidentes o enfermedades, puede ocurrir que desarrolle, sobre la base de tales vivencias, la opinión de que el mundo está poblado de peligros y que se conduzca de acuerdo con ella. Lo mismo puede suceder, aunque con matices diferentes, si la tradición familiar impone al niño una actitud de desconfianza y de miedo frente al mundo.
Es evidente que estas mil diversas opiniones pueden estar en flagrante contradicción con la realidad y con sus exigencias sociales. La opinión equivocada de una persona acerca de sí misma y de las exigencias de la vida, tropezará más tarde o más temprano con la insoslayable realidad, que exige soluciones que estén en armonía con el sentimiento de comunidad. Los efectos de un choque tal pueden ser comparables a los de un shock nervioso. Mas no por ello quedará desvanecida o corregida la opinión del equivocado reconociendo que su estilo de vida no resiste suficientemente a las exigencias del factor exógeno. La tendencia hacia la superioridad personal sigue imperturbablemente su camino y no le queda al individuo más recurso que limitarse a un área más pequeña, excluir de su existencia el peligro que amenaza con hacer fracasar su estilo de vida y abandonar esa tarea para cuya solución no halla en su ley de movimiento la necesaria preparación. Pero, en cambio, el efecto del shock se manifiesta lo mismo en lo psíquico que en lo corporal. Desvaloriza los últimos restos del sentimiento de comunidad y engendra en la vida todo ese imaginable género de fracasos que derivan de las continuas retiradas a que el shock obliga al individuo -como ocurre siempre en las neurosis-. Si todavía queda en él un asomo de actividad, que en ningún modo significa arrojo, hará que se deslice por senderos antisociales. Con todo, es evidente que la opinión constituye la base de la idea que el hombre se forma del mundo y determina su pensar, su querer, su obra y su sentir.

(1) El hecho de que incluso personas a quienes vimos estudiar durante largos años nuestra Psicologla individual opinen que estas comunidades deben ser concebidas como actuales, en lugar de hacerlo subspecie aeternitatis, demuestra que el nivel de nuestro sistema psicológico es para ellas demasiado elevado.

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Diccionario de la G

GENERACION (lat. generatio): Producción de algo; paso del no ser al ser. Se le opone corrupción.

GENERO: Forma de predicación (vid. PREDICABLE) que atribuye a un sujeto la parte de su esencia común a su especie y a otras especies coordinadas (par ejemplo, decir de este hombre que es "animal"). Género supremo equivalente a CATEGORIA (vid.).

GENTES (Derecho de) (lat. jus gentium): Aquella parte del derecho positivo que, por su mayor generalidad o proximidad al derecho natural, es común a todas las legislaciones humanas (o todas la presuponen). Por lo mismo, es lo que se supone no entra en conflicto ni aun en caso de guerra. Ello es origen de que el término haya evolucionado a Derecho Internacional.

GLORIA (lat. gloria): Bienaventuranza o contemplación de Dios. Los teólogos llaman "luz de gloria" a la que poseen los bienaventurados o los ángeles, en la que pueden comprender lo que para nosotros es suprarracional o misterio. Se trata de un medio o luz semejante a lo que es la luz física para la visión sensible o el entendimiento agente para la intelección.

GNOSEOLOGIA (vid. EPISTEMOLOGIA).

GNOSTICISMO: Teoría filosófico-religiosa de la época helenística que suponía a la gnosis o razón una superioridad sobre la fe (o pistis), de modo tal, que el contenido de ésta sería sólo una popularización de ese saber más alto, fruto de la gnosis.

GRACIA: Don gratuito, no debido ni merecido. En teología, un don sobrenatural que eleva nuestra condición a hijos de Dios y nos ayuda en el cumplimiento moral.

GUSTO: Criterio subjetivo de apreciación de la belleza o de cuanto toca al orden afectivo o sentimental. En algunas escuelas se habla también de un gusto moral.

Diccionario de la F

FACTIBLE: Lo que puede hacerse en el campo de las cosas materiales. Aristóteles dividía el saber práctico en saber de lo AGIBLE (vid.) y de lo factible (artes liberales y mecánicas).

FACTICO: Condición de existente o de ser "de hecho" (de facto), a diferencia de los entes de razón, los meramente posibles o los en potencia.

FACULTAD (lat. facultas): Potencia o poder del alma para la realización de alguna de sus funciones. Los sentidos corporales son facultades o potencias, al igual que los sentidos internos y las facultades superiores de conocimiento y de apetición (entendimiento y voluntad).

FALACIA (lat. fallacia): Falsedad. Sofisma o razonamiento falso presentado con apariencia de verdadero, engañoso por lo tanto.

FANTASIA (vid. IMAGINACION): Se dice particularmente de la tercera función atribuida a la imaginación, la llamada imaginación creadora o combinadora, por la que se entremezclan contenidos imaginativos procedentes de momentos y orígenes diversos, creando situaciones nuevas o imágenes originales en su combinación o estructura.

FANTASMA (vid. IMAGEN).

FATALIDAD (lat.fatum): Forma de DETERMINISMO (vid.), en el que se supone que cuanto acontece responde a la voluntad inescrutable e ineluctable de los dioses o fuerzas mágicas superiores.

FATALISMO: Actitud humana o doctrina que sostiene la creencia en la FATALIDAD (vid.).

FE: Virtud sobrenatural que nos inclina a creer lo que no hemos visto por habernos sido revelado. Existe también una fe humana, origen de la mayoría de nuestros conocimientos, que versan sobre objetos que no hemos visto ni demostrado.

FELICIDAD: Estado de armonía o plenitud interior, reflejo subjetivo de la recta ordenación de la vida hacia su verdadero fin. La felicidad se diferencia del placer: puede una vida llena de placeres ser profundamente desdichada, y, a la inversa, ser feliz sin disfrutar de placeres. Etimológicamente, procede de buen demonio, término en el sentido socrático del daimon interior o espíritu profundo personal.

FENOMENISMO: Teoría conexa con el EMPIRISMO (vid.) -Hume especialmente-, que admite sólo como justificable empíricamente los puros FENOMENOS (vid.) o manifestaciones sensoriales inconexas, rechazando por incomprobables sensorialmente la sustancialidad y la causalidad.

FENOMENO: Lo que aparece o se manifiesta a la conciencia espontánea. Algunos autores, como Schopenhauer, identifican el término con mera apariencia (engañosa) por oposición a la verdadera y oculta realidad. Para Kant, el fenómeno o el conocimiento fenoménico es el único posible, y resulta de una síntesis entre el contenido caótico sensorial y un factor formal-categorial.

FENOMENOLOGIA: Método de investigación descriptiva de lo que la experiencia ofrece, penetrando (sin abstracción) en los distintos aspectos e implicaciones en profundidad del objeto, o, más bien, de su ausencia. Su gran expositor fue E. Husserl en sus Investigaciones lógicas. FIDEISMO: Teoría filosófico-religiosa que reconoce en la fe el único fundamento para el conocimiento religioso (incluso sobre la misma existencia de Dios), y, por supuesto, una fuente de saber superior a la razón, y necesaria para la fecundidad de ésta.

FIGURA (del silogismo): Las distintas variedades que el silogismo puede adoptar atendiendo a su materia remota, es decir, a la posición relativa de sus términos (mayor, medio y menor).

FILANTROPIA: Amistad o amor del hombre hacia los otros humanos. Algunos sistemas éticos pretenden basar el deber moral en este impulso y sentimiento (humanitarismos, filantropismos morales de la solidaridad).

FILOSOFIA: Etimológicamente, amor a la sabiduría. Originariamente, sinónimo de ciencia (conocimiento por causas). En su sentido actual puede definirse como "saber de la totalidad de las cosas por sus causas últimas adquirido a la luz de la razón".

FILOSOFIA PRIMERA (lat. prima philosophia): Nombre dado por Aristóteles a lo que hoy se, conoce por METAFISICA (vid.).

FIN (lat.fnis): Puede tomarse en dos sentidos: como término o acabamiento de algo o como objetivo a que se ordena. Así, el fin de un automóvil es su inutilidad por desgaste, y su fin es, en el otro sentido, el transportar.

FINALISMO: La doctrina que supone la existencia de la finalidad en la Naturaleza. Se opone al MECANICISMO (vid.), que solo admite la existencia de causas eficientes.

FINITO (lat.fnitus): Lo que tiene fines o límites. Se opone a infinito.

FISICA (lat. physica): Ciencia que tiene por objeto el estudio de la NATURALEZA (vid.). Aristóteles la llamó filosofía segunda, distinguiéndola en su clasificación de las ciencias de la matemática y de la filosofía primera (o metafísica), y caracterizándola por el empleo en ella del primer grado de abstracción.

FORMA: Dentro de la teoría HILEMORFISTA (vid.), defínese la forma sustancial como "un principio activo, causa u origen de las perfecciones específicas de un ser, y principio de inteligibilidad". Los escolásticos distinguían también formas accidentales. Se opone a materia prima (vid. MATERIA), y, unida a ésta, da lugar a la sustancia primera o ser material concreto. En Kant, forma se opone a contenido, y es una estructura a priori ordenadora, radicada en la Razón pura.

FORMAL: Lo referente a la forma. En Kant, a priori.

FORMALISMO: Nombre que se da a la teoría del conocimiento kantiana.

FORMALIZACION: En lógica matemática, procedimiento para la construcción de un sistema sintáctico estricto, que explica en una teoría científica lo que en ella es puramente estructural.

FRENOLOGIA: Rama científica que estudia el cráneo y el cerebro en su relación con las funciones psíquicas.

FREUDISMO: Doctrina del médico vienés S. Freud (vid. PSICOANALISIS).

FRUICION (lat.fruitio): Gozo o vivencia plena del placer. Se aplica especialmente al gozo sumo concomitante a la FELICIDAD (vid.) en la posesión bienaventurada de Dios.

FUNTOR (vid. CONECTOR).

FUNDAMENTO: Causa o razón de ser de algo.

Diccionario de la E

ECCEIDAD (lat. haecceitas): Nombre que daba Duns Scoto (siglo XIII) a la forma individualizadora o "última razón del ser concreto existente".

ECLECTICISMO: Condición de un sistema filosófico que se forma de aspectos diversos de otros sistemas, sin lograr con ellos una armonización coherente u original.

ECONOMIA (lat. oeconomia): El orden y recta administración de un todo o totalidad, sea la casa (economía doméstica), sea un país, sea el mundo entero (oikós, universo). En la división aristotélica de virtudes se cita una prudencia económica (la del padre de familia), que se distingue de la monástica (gobierno de la vida personal) y de la prudencia política (del gobernante).

EFICIENTE (vid. CAUSA).

EIDETICO: Término de Husserl para designar lo referente a las esencias de las cosas, cuya investigación es el objeto del método fenomenológico.

EJEMPLARISMO: Teoría según la cual las cosas de este mundo son copia o sombra de realidades arquetípicas o ejemplares (las Ideas, en Platón; las Ideas de Dios, en San Agustín) (vid. IDEA).

EMANACION (lat. emanatio): Forma de producción o generación desde la misma sustancia del ser que la origina. Nacimiento del mundo de la propia sustancia divina. Se encuentra principalmente en Plotino y en otros neoplatónicos alejandrinos.

EMOCION (lat. affectus o passio): Estado anímico acompañado de un tono sentimental (placer o dolor), por el que el sujeto -animal u hombre- se da cuenta o vive la conveniencia o nocividad de un objeto sensible.

EMPIRICO: Lo referente a la experiencia sensible.

EMPIRISMO: Escuela filosófica que no admite otro criterio de verdad que la experiencia sensible. Rechaza la suposición de ideas innatas, y también la intelección como penetración en las cosas sensibles hasta obtener de ellas su concepto o esencia. Reduce así los conceptos, de forma parecida al NOMINALISMO (vid.), a meros nombres o términos designativos de colectividades agrupadas mentalmente. Forman esta corriente, principalmente, los ingleses del siglo XVII Locke, Berkeley, Hume.

ENCICLOPEDISMO (vid. ILUSTRAC ION).

ENERGETISMO: Teoría monista (vid. MONISMO) sobre el mundo físico, que reduce toda sustancia a energía.

ENTE: Aquello que es, en cualquiera de los sentidos de ser.

ENTELEQUIA: Término que empleó Aristóteles para designar la perfección o realización plena de las potencialidades de un ser, o la expresión completa de su forma.

ENTENDIMIENTO (lat. intellectus): En términos generales, la facultad de pensar. Más concretamente, la capacidad humana de penetrar en las cosas sensibles y abstraer (vid. ABSTRACCION) de ellas el universal representándolo en forma de CONCEPTO (vid.). Intelligere (entender) -dice Santo Tomás- implica un cierto leer dentro (intus legere). Distinguían Aristóteles y los escolásticos dos potencias dentro de la facultad intelectiva: el entendimiento agente, que es a modo de luz que ilumina el universal que está en las cosas procedentes de su forma (vid. HILEMORFISMO), y el pasivo, que hace como de pantalla donde se forma el concepto en la mente individual.

EPIFENOMENO: Fenómeno secundario o derivado de otro fenómeno principal o determinante. Así, los materialistas consideran al pensamiento como un epifenómeno de la actividad cerebral.

EPIQUEREMA: Silogismo explicado en el que una o ambas premisas se acompañan de una explicación causal, que constituye en rigor otro silogismo condensado.

EPISTEMOLOGIA: Parte de la filosofía que estudia el conocimiento en los fundamentos de su verdad. Es decir, los criterios por los que podemos admitir la objetividad de los fenómenos cognoscitivos.

EPOJE (vid. SUSPENSION DE JUICIO).

EQUIVALENCIA (de las proposiciones): Operación lógica, consistente en hacer que signifiquen lo mismo o que tengan igual valor lógico dos proposiciones opuestas (contradictorias, contrarias, subcontrarias o subalternas).

EQUIVOCO (Términos e.) (vid. ANALOGIA).

EROS (vid. AMOR).

ERROR: Condición de los juicios (o las proposiciones) que no se adecuan con la realidad o reflejan la verdad.

ESCATOLOGIA: Parte de la teología que trata de las fases finales de la vida humana (muerte, juicio, etcétera).

ESCEPTICISMO: Teoría que desespera en la búsqueda de un criterio de verdad y afirma la imposibilidad de la certeza. Los escépticos antiguos recomendaban, en consecuencia. La epojé o SUSPENSION DE JUICIO (vid.).

ESCLAVITUD: Institución jurídica en la que se admitía la posesión del hombre por el hombre.

ESCOLASTICA: Filosofía medieval cristiana nacida de las escuelas (monásticas, catedrales o palatinas) de la Alta Edad Media. El término se aplica especialmente a su dirección aristotélicotomista.

ESCOTISMO: Lo referente a las teorías del franciscano Juan Duns Scoto (siglo XIII).

ESCRUPULO: Duda prolongada, que inhibe la acción. Conciencia escrupulosa: exceso en el análisis de los motivos y contramotivos en la DELIBERACION (vid.). Incapacidad de DECISION (vid.).

ESENCIA (lat. essentia): Lo que una cosa es. Responde a la pregunta ¿qué es? En la teoría lógica de los PREDICABLES (vid.) o formas de atribución de los conceptos, se distingue entre la esencia común con otras especies (género) y la parte privativa de la especie en cuestión (diferencia específica). La esencia se distingue de la EXISTENCIA (vid.), que responde a la pregunta ¿es? o ¿existe?

ESPECIFICACION: En general, acto de dividir o clasificar en especies o grupos. Libertad de especifcación: poder que posee la voluntad humana para decidirse por una u otra de las alternativas que el entendimiento le ha presentado a deliberación. Se distingue de la libertad de ejercicio, que es la de hacer o dejar de hacer.

ESPECULATIVO (del lat. speculum, espejo): Se llama pensamiento especulativo al que se dirige al puro saber de las esencias o las causas de las cosas, al saber puro, sin fines utilitarios, en el que el entendimiento hace como de espejo de la realidad. Se distingue del saber práctico (de las técnicas y las artes), que se orienta a la acción.

ESPERANZA (lat. spes): Tendencia del apetito irascible, que brota de la dificultad de alcanzar (o evitar) un objeto, cuando el lograrlo aparece como posible. Se opone a DESESPERACION (vid.). Virtud teologal que nos hace esperar en nuestra salvación por la fe en Dios y en su misericordia.

ESPIRITU: Se dice del alma racional y también del entendimiento y voluntad (facultades espirituales). Asimismo, se habla metafóricamente del espíritu de un pueblo, de una civilización, una escuela, etcétera, para indicar sus características superiores"religiosas o intelectuales.

ESPIRITUS ANIMALES: Especie de aire -opneuma vital-, que, según los antiguos, recorría el cuerpo humano vivificándolo o animándolo. Descartes recurrió todavía a esta noción para explicar la acción del alma sobre el cuerpo.

ESPONTANEIDAD (lat. spontaneitas): Según Aristóteles, condición de los seres que son sujetos agentes de su propia actividad. Se opone a pasividad o mera receptividad. Suele aplicarse no sólo a la acción voluntaria, libre, sino también a la acción del animal en cuanto no es una mera respuesta mecánica a agentes exteriores.

ESTADIO: Fase de un proceso. (Estadios del Progreso, en Compte, por ejemplo.)

ESTADO (lat. res publica): El poder y la organización jurídica y coercitiva de una comunidad. Se llama también Estado a la misma comunidad nacional (España, Francia, etcétera) en cuanto regida y organizada por un solo poder supremo.

ESTATISMO: Doctrina que no reconoce otra fuente de derecho que la autoridad estatal. Tendencia a extender el radio de la acción de ésta.

ESTETICA: Por este nombre se entiende hoy la ciencia de lo bello y del arte (vid. BELLO). En su origen, este término significa tratado de las sensaciones, y en este sentido lo emplea Kant en su Estética trascendental.

ESTETICISMO: Tendencia a considerar a los valores estéticos como superiores a cualesquiera otros.

ESTIMULO: Objeto capaz de excitar un sentido o facultad superior o de provocar una respuesta en el ser vivo.

ESTOICISMO: Escuela de tendencia moral fundada por Zenón de Citio en el siglo III a. J. C. Su nombre procede de la puerta (stoa) de la ciudad donde se reunía con sus discípulos.

ETERNIDAD: Se dice de una duración sin fin. Pero, en rigor, lo que tuvo principio, tiene desarrollo sucesivo (aevum), y no tendrá fin -como el alma humana- se llama eviternidad. Boecio definió la eternidad (propia sólo de Dios) como "posesión total, perfecta y simultánea de una vida sin límite".

ETICA (lat. ethica): Parte de la filosofía que estudia el obrar humano en cuanto a las normas y fines que determinan su rectitud. Noción fundamental en la ética es el BIEN (vid.) y la BONDAD (vid.) como fin y cualidad del obrar humano. La concepción que se posea del bien o fin último humano determinará los distintos sistemas de ética. Kant pretendió fundamentar una ética formal, independiente de todo contenido preceptivo y teológico.

ETICAS (Virtudes e.): Para Aristóteles, las que rigen la vida activa o apetitiva del alma, a diferencia de las DIANOETICAS (vid ), que rigen la vida intelectual.

ETIOLOGIA: Tratado o búsqueda de las causas.

EUDEMONIA (vid. FELICIDAD).

EUDEMONISMO: Doctrina moral que establece como fin último subjetivo del hombre la FELICIDAD (vid.), estado de plenitud y armonía del alma, diferente del placer (hedoné).

EVIDENCIA (lat. evidentia): Claridad en el objeto por el que se manifiesta la verdad en su conocimiento y se origina el estado de certeza.

EVITERNIDAD: Duración de aquello que tuvo principio, es sucesivo y no tendrá fin, como el alma humana. Se diferencia de la

EVOLUCION (vid. TRANSFORMISMO).

EXISTENCIA (lat. existentia): Condición de las cosas reales o de hecho. Acto de ser o existir (vid. ACTO). El objeto puesto en el contexto de la experiencia. La existencia responde a la pregunta ¿es? o ¿existe? Para el racionalismo moderno, la existencia se explica por la propia esencia del universo, y la comprensión esencial de cuanto existe es el término u objetivo del Progreso. La Filosofía de la Existencia (existencialismo) destaca, en cambio, la irreductibilidad -el carácter "dado"- de la existencia, su prioridad respecto a la esencia y la imposibilidad de trascender la pura existencialidad de lo real.

EXISTENCIALISMO (vid. EXISTENCIA).

EXPERIENCIA: Vivencia personal de una situación repetida. Posee experiencia quien ha conocido una realidad existencial, no sólo teóricamente. Experiencia sensible: captación de lo real a través de las facultades sensitivas de conocimiento. La escuela empirista hace de la experiencia sensible la única fuente válida de conocimiento.

EXPERIMENTACION: Observación provocada.

EXPLICITO: Lo expresado o explicado. Se usa también como verbo (explicitar), hacer expreso. Se opone a IMPLICITO (vid.), lo que no está expresado o está supuesto o lógicamente exigido (pero no expresado en un concepto).

EXPRESION (lat. expressio): Manifestación de un concepto, juicio o razonamiento por medio de signos verbales, escritos, mímicos, etcétera. La expresión del concepto se llama término; la del juicio, proposición, y la del razonamiento, argumentación (o silogismo en el caso del razonamiento deductivo categórico).

EXTASIS (lat. extasis): Fase culminante -supraintelectual- de la ascensión mística hacia Dios. Coronación de la vida contemplativa religiosa.

EXTENSION (lat. extensio): Característica fundamental de los cuerpos, por la que son susceptibles de medición espacial. Descartes consideró a la extensión como propiedad radical y manifestativa de la sustancia corpórea, al modo como el pensamiento lo era del alma o sustancia pensante.

EXTRINSECO: Lo que es ajeno o exterior a la sustancia de un objeto, así como INTRINSECO lo que pertenece o es interior a ella.

Diccionario de la D

DARWINISMO: Teoría de la evolución biológica propuesta por Darwin (vid. TRANSFORMISMO).

DEBER: Noción recíproca a la de derecho (vid.), que designa la atadura o vínculo moral que liga al sujeto racional y libre a respetar el derecho de otro, ante todo el de Dios a ser obedecido. Se distinguen por su origen los deberes innatos y los adquiridos, y por su término, los deberes para con Dios, para con las demás personas y para con nosotros mismos. Kant pretendió fundamentar la noción de deber en el mero respeto al "imperativo categórico" o forma a priori de la razón práctica.

DECISION (del lat. scindere, cortar): Momento final del acto voluntario en el cual el sujeto corta la deliberación y se inclina por una de sus opciones (hacer o no hacer, hacer esto o aquello).

DECLINACION (vid. CLINAMEN).

DEDUCCION (lat. deductio): Nexo lógico por el que una conclusión resulta de la comparación de dos o más premisas. La deducción procede de lo universal a lo particular o menos general. Su expresión se llama SILOGISMO (vid ).

DEFINICION (lat. definitio): Manifestar lo que una cosa es. Deslindar o señalar los límites conceptuales de algo. Existen definiciones etimológicas, descripticas, genéticas; la más perfecta es, sin embargo, la esencial, en la que se expresa el género próximo y la diferencia específica (vid. PREDICABLES). No todos los objetos son, sin embargo, susceptibles de definición esencial.

DEISMO: Consideración de Dios puramente natural o racional. El deista afirma la existencia de Dios, pero sin determinaciones concretas reveladas ni carácter personal.

DELIBERACION (de libra, medida de peso): Momento del acto voluntario en que la razón presenta a la voluntad (y esta sopesa) los motivos y los contramotivos para actuar o para hacerlo en un sentido o en otro.

DEMAGOGIA: Gobierno del pueblo -o mayoría del mismo- con fines vindicativos, o gobierno de la más baja fracción del pueblo. Se dice "hacer demagogia" a halagar las pasiones de los más para hacerse con el poder o derrocar al existente.

DEMIURGO (lat. demiurgus): Consideración greco-latina (pagana) de Dios como artífice del mundo.

DEMOCRACIA: Gobierno del común de la población por medio de representantes o en asamblea directa. Aristoteles la cita entre las tres formas rectas de gobierno (monarquía, aristocracia, democracia), si bien es más propia de pequeñas comunidades, donde es más posible el conocimiento mutuo de los ciudadanos. El concepto moderno (posrevolucionario) de democracia difiere del antiguo, por cuanto supone que el origen -y no solo el ejercicio- del poder y sus normas brotan de la voluntad del pueblo.

DEMONIO: Ser semidivino al que se atribuye un papel intermediario entre los dioses y los hombres. Sócrates creía oír en la voz interior de su conciencia los dictados de un daimon o demonio. En el cristianismo son denominados así los ángeles caídos tras la rebelión de Lucifer.

DEMOSTRACION (lat. demonstratio): Razonamiento por el cual se reduce a verdades evidentes o ya demostradas proposiciones cuyo fundamento no aparece claro. DEONTOLOGIA: Tratado o estudio de los deberes. Se llama así a la segunda parte de la ética (ética especial), que trata de los diversos deberes (para con Dios, para con los demás, para con nosotros mismos; deberes de Estado, de profesión, etcétera).

DERECHO (lat. jus): En su sentido subjetivo, poder de hacer, poseer algo o no ser coaccionado en algo, de acuerdo con una norma de rectitud. En sentido objetivo, la norma misma (natural o positiva) en cuanto crea un ámbito de derechos y deberes que hacen posible la coexistencia humana. Se llama también derecho a la ciencia que trata del mismo. Los tres sentidos se pueden encontrar en esta frase: "Yo tengo derecho, según derecho, a estudiar Derecho".

DESESPERACION: Pasión del llamado apetito irascible (vid. APETITO), que surge de la consideración del objeto arduo o difícil de alcanzar (o de evitar) como ya imposible o inasequible. Se opone a la ESPERANZA (vid.).

DESTINO (lat. fatum): En una concepción fatalista o determinista, la suerte asignada a cada hombre e ineludible por él. En una concepción no determinista, como la cristiana, se llama destino de una cosa a su fin o término natural, y en el caso del hombre, a su misión voluntariamente aceptada o a su fin sobrenatural último.

DETERMINISMO: Teoría que afirma la acción necesaria de las causas en un orden riguroso e ineluctable. Teoría que, por lo tanto, niega la existencia de la libertad o libre albedrío humano.

DEVENIR (lat. feri): Cambio o MOVIMIENTO (vid.).

DEVOCION: Disposición de ánimo que abre el alma a Dios Afecto o sentimiento concomitante a esta apertura a lo sobrenatural.

DIALECTICA (lat. dialectica): En el sentido que le otorgaban Platón y Aristóteles, es el arte de la discusión o búsqueda de la verdad en el diálogo a través de diversas divisiones y precisiones conceptuales. Para los estoicos, la dialéctica se identificaba con la lógica, distinguiéndose de la retórica, que es el arte de hacer bello el discurso. Para Hegel y su escuela, dialéctica es la síntesis de los opuestos o el ritmo del pensamiento en su marcha constante (y creadora) a través de la tesis, la antítesis y la síntesis.

DIANOETICO (Virtudes d.): Llamaba Aristóteles virtudes dianoéticas a las referentes a la parte intelectual del alma, a diferencia de las propiamente éticas o de la vida activa.

DICTUM DE OMNI ET NULLO: Principio lógico en que se basa el silogismo: Lo que se predica de una totalidad se predica también de algunos de los singulares; lo que no predica de ninguno, tampoco se predica de algunos o de uno.

DIFERENCIA (específica): Llámase así al PREDICABLE (vid.) o forma de predicación en que se atribuye al sujeto la parte de su esencia no común con otras especies coordinadas, lo que la diferencia de las demás. Como al hombre el "ser racional", o al triángulo "tener tres lados".

DILEMA (lat. dilemma): Forma compleja de la argumentación disyuntiva en la que, partiendo de una disyunción, se muestra, a través de las premisas menores, que todos los términos de la disyunción conducen a una misma consecuencia.

DIONISIACO (vid. APOLINEO).

DIOS (lat. Deus): Ser Supremo, principio primero y fin ultimo de cuanto es. Ser cuya esencia coincide con su existencia (vid ASEIDAD). Acto puro o Primer Motor Inmóvil, en la concepción de Aristóteles. Los panteístas identifican a Dios con el mundo; la filosofía griega hacia al mundo coeterno con Dios, pero sometido a éste e impulsado por él. Para el cristianismo y la mayor parte de las religiones, Dios es distinto del mundo, creador del mismo y personal. Respecto de Dios, la filosofía se ocupa principalmente del problema de la demostrabilidad de su existencia. Dos tipos de argumentos han sido propuestos: el a priori u ontológico, que pretende probar la existencia de Dios por el mero análisis de su concepto (San Anselmo; modernamente, Descartes), y las pruebas a posteriori, es decir, a partir de la existencia del mundo sensible, elevándose a su Causa y Fin últimos. Santo Tomás, en el siglo XIII, sistematizó estas últimas pruebas en las llamadas "cinco vías demostrativas de la existencia de Dios".

DISCRETO (lat. discretus): Discontinuo. Cantidad discreta (discontinua).

DISCURSIVO (lat. discursus): Lo referente al discurso racional o razonamiento. Se opone a intuitivo o a INTUICION (conocimiento directo, como la intuición sensible) (vid.).

DISPUTATIO: Método de enseñanza y adiestramiento intelectual en la Universidad medieval. Defensa de una tesis a través del sic et non, sistema propuesto por Abelardo (siglo XII).

DISTRIBUTIVA (Justicia d.) (vid CONMUTATIVA).

DISYUNCION: En la lógica formal, se trata de una proposición en la que se atribuye al sujeto varios predicados sin precisar cuál le corresponde, pero afirmando que uno de ellos ha de convenirle.

DISYUNTOR: En lógica matemática, uno de los signos utilizados como conectores.

DIVISION (lat. divisio): Operación lógica consistente en distribuir un todo determinado o conceptual en sus partes (vid. CLASIFICACION).

DOCTA IGNORANCIA: Conocimiento de los límites del propio saber. Saber que no se sabe, diferente de la ignorancia completa.

DOGMA: Creencia establecida, cuya aceptación es necesaria para profesar una fe.

DOGMATISMO: Tendencia a apoyar en dogmas el razonamiento o a extender el dominio del orden dogmático.

DOLOR: Uno de los polos de la vida afectivo-emotiva, opuesta al PLACER (vid.), y consistente en un encogimiento y sufrimiento del sujeto ante una situación o agente desfavorable o pernicioso.

DUDA: Estado de incertidumbre de la mente en la que ésta oscila entre opiniones u opciones diversas. Los escépticos apoyaban en motivos de duda hacia todo su ideal de SUSPENSION de juicio (vid.) o epojé, que suponían origen de la libertad interior y de la felicidad. Descartes utilizó una "duda universal metódica" en su búsqueda de una primera verdad evidente e inconmovible.

DURACION: Condición de los seres temporales, en devenir o cambio.

Diccionario de la C

CALCULO: En lógica matemática: procedimiento deductivo que permite realizar inferencias sin referirse al significado de los signos utilizados. Predomina en él un punto de vista sintáctico de forma tal que unas expresiones se deriven de otras merced a un proceso estrictamente mecánico.

CAMBIO (vid. MOVIMIENTO).

CANTIDAD (lat. quantitas): En general, todo objeto de medición. Aristóteles la cita entre los nueve ACCIDENTES (vid.), que, con la sustancia, forman las diez CATEGORIAS (vid.) o géneros supremos del ser. En la teoría hilemorfista se atribuye a la materia prima la raíz de la cantidad.

CARACTER: Conjunto de condiciones que distinguen a un objeto y lo diferencian de los demás. Entre los signos diferenciales de un hombre concreto, además de los puramente individuales, se consideran y clasifican los más generales que dimanan del temperamento y del carácter. El primero se refiere más bien a las determinaciones psicosomáticas, al paso que el segundo (el carácter) se refiere a las condiciones más propiamente anímicas y espirituales en su aspecto permanente y común, asimismo clasificables. Para La Senne, el carácter es como un límite objetivo intrínseco de la personalidad, cuya construcción se realiza libremente, pero siempre dentro de ese límite congénito e insuperable.

CARDINALES (virtudes c.): Hábitos del bien que pueden adquirirse por las solas fuerzas humanas (a diferencia de las teologales o infusas). Su nombre procede del lat. cardo (quicio o eje de una puerta), por ser centro o núcleo de otras virtudes. Platón las reducía a las clásicas Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza, correspondientes a cada una de las tres partes del alma y al alma en su conjunto.

CARIDAD (lat. caritas): Virtud teologal (cristiana por excelencia), que nos mueve a amar a Dios ("amistad con Dios", según Santo Tomás) y a amar al prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios.

CARTESIANISMO: Lo referente al sistema filosófico de Descartes. En sentido amplio: lo que hace relación a la corriente filosófica que admite el planteamiento cartesiano de las tres sustancias (Malebranche, Espinosa, Leibniz, Wolff).

CATALEPTICA (representación c.): Criterio de verdad para los estoicos, por el que se comprende con evidencia el objeto al colaborar en tal representación las distintas fuentes de conocimiento que se corroboran mutuamente.

CATARSIS: Purificación o liberación interior de las pasiones (literalmente, purga). En la teoría platónica, la catarsis es un medio para el retorno del alma a su origen celestial. A la tragedia antigua y a los espectáculos circenses se les suponía un valor catártico por la emoción y el terror que purificaba las pasiones.

CATEGOREMATICO (lat. categoremata): Se aplica en lógica y en gramática a los términos o palabras que poseen significado por sí mismos, a diferencia de los sincategoremáticos, que lo adquieren por su unión a categoremas (artículos, adverbios, pronombres, etcétera).

CATEGORIA: En un sentido general: noción que sirve para la dirección del pensamiento o de su expresión (tal pueblo, por ejemplo, no posee las mismas categorías mentales que nosotros). Platón y Aristóteles le dieron el sentido de géneros supremos de la realidad o división última de cuanto hay en grandes grupos lógicamente deducidos. Abarcan todo cuanto es y a alguno de ellos se llega ascendiendo desde la cosa concreta a su especie, a su género próximo, remoto... género supremo. Son: la sustancia (ser en sí) y el accidente (ser en otro). Este se divide en nueve (cantidad, cualidad, relación, etcétera). Cuando se considera (en lógica) a las categorías como sujetos posibles de predicación se llaman PREDICAMENTOS. Kant llamó categorías a unas formas a priori de segundo grado, radicadas en el entendimiento, que hacen posibles los "juicios sintéticos a priori" en las ciencias de la Naturaleza.

CATEGORICO: Cualquier proposición o argumentación no sometida a condiciones. Se diferencia así de las hipotéticas y de las disyuntivas.

CAUSA (lat. causa): Decimos de algo que es causa cuando de alguna manera comunica el ser o influye en la producción de otro ser, su efecto. Se distingue del mero principio (la causa es principio, pero no todo principio es causa), de la ocasión y de la condición. La filosofía clásica dividía la causa en: material, formal, eficiente y final. Las dos primeras (intrínsecas) obran desde dentro del ser, fundiéndose; las otras (extrínsecas), desde fuera. La eficiente, por impulsión; la final, por atracción a través de la mente de quien actúa (sea el artista humano, sea Dios en el orden de la Creación). Comprender un ser es conocer sus causas. Así, la ciencia ha sido definida como causarum cognitio.

CAVERNA: Mito platónico alusivo a la condición humana en este mundo (L. 7.§ de La República o El Estado.). F. Bacon, entre los prejuicios o ídolos que enuncia como obstáculos al verdadero saber experimental, cita a los "ídolos de la Caverna", aludiendo así al mito platónico para designar los preconceptos que nacen de la naturaleza o condición humana (antropomorfismo, falsas causalidades, etcétera).

CERTEZA (lat. certitudo): Estado de la mente en el que ésta se adhiere a un juicio sin temor a errar. Por extensión se llaman cosas ciertas a aquellas que por su comprobabilidad o evidencia crean un estado de certeza. El estado de certeza puede tener diversos orígenes, no sólo la demostración o la intuición sensible; y se diferencia del estado de duda en sus diversos grados y versiones. La escuela escéptica negaba todo fundamento al estado de certeza al afirmar que existen razones para dudar de todo.

CIENCIA (lat. scientia): Conocimiento de las cosas por sus causas (vid. CAUSA). O, más limitadamente, saber que incluye alguna garantía de su validez. Se diferencia del saber vulgar o saber de hechos, y también del saber por la fe. En su origen, ciencia y filosofía eran una misma cosa. Sólo a partir del siglo XIV comienzan a separarse del tronco de la filosofía las ciencias particulares o ciencias de la Naturaleza.

CIENTIFICISMO: Tendencia a considerar como único saber válido el de las ciencias particulares o ciencias fisicomatemáticas.

CINISMO: Actitud de la escuela cónica (s. IV a. J. C.) consistente en desasirse de cuanto no sea indispensable al mantenimiento de la vida para obtener así la felicidad en la libertad interior. Con ese fin utilizaban los cónicos un lenguaje sin ambages ni miramientos a la condición social del hombre. De aquí su equiparación con desfachatez o descaro.

CLARIFICACION: Aclaración.

CLASE: En su sentido político-filosófico, llamaba Platón clases a las "partes de la ciudad", estamentos o clases sociales dedicados a los tres distintos bienes constitutivos del "bien común" o bien de la sociedad: el pueblo, los guerreros y los sabios. Estas clases corresponden a las partes o facultades del alma y deben regirse por la virtud correspondiente (de las cardinales). De su armonía (correlación de deberes y derechos) y jerarquización nace lajusticia de la ciudad. En lógica matemática se llama CLASE al conjunto de individuos a los que conviene un mismo predicado. La noción de clase surge de una consideración extensiva de los conceptos.

CLASICO (lat. classicus): Originariamente, algo excelente o representativo dentro de una clase de seres u objetos. Posteriormente, el término ha pasado a designar la tradición cultural que nace de la antig�edad grecolatina y persigue un ideal de armonía y racionalidad. Se ha opuesto a clásico el concepto de ROMANTICO. Esta oposición se relaciona con la de Apolineo-Dionisiaco (vid. APOLINEO).

CLASIFICACION: Operación lógica consistente en distribuir en partes u ordenar un todo confuso, empleando criterios previamente elegidos. Se diferencia de la DIVISION (vid.) en que ésta distribuye u ordena un todo determinado (no confuso) distinguiendo sus partes o elementos.

CLINAMEN: Ligera desviación de los átomos en su caída (o en su movimiento sometido a leyes necesarias) que los epicúreos idearon para conciliar su física determinista con la libertad humana que supone toda predicación de una ética.

COMPASION (lat. conmiseratio): Participación en el dolor de otros, en tanto que dolor o sufrimiento. Como elemento afectivo concomitante a la caridad se valora en el cristianismo. Kant, en cambio, considera a la compasión ajena al orden moral. Los estoicos y Espinosa (panteístas) la rechazan como opuesta a la comprensión racional del mundo. Nietzsche la incluye en "la moral de los débiles".

COMPLEJO: Noción divulgada por el psicoanálisis de Freud para designar las asociaciones perturbadoras del subconsciente reprimido con vivencias de la conciencia actual.

COMPORTAMIENTO: Según la escuela psicológica behaviorista (vid. BEHAVIORISMO): la respuesta de un organismo vivo a un estímulo exterior. En su sentido habitual: el modo normal de producirse una persona o un animal. Se dice eminentemente de la conducta humana en relación con una norma moral, profesional, etcétera.

COMPRENDER (lat. intelligere): Dícese ante todo de la intelección o conocimiento por causas de un objeto. También de la APERCEPCION (véase) como consciencia del acto de percibir (incluir la experiencia sensible en prenociones apercipientes).

COMPRENSION: En psicología, capacidad de comprender o su efecto. En lógica, comprensión de un concepto (o término): el conjunto de notas o conceptos más amplios que lo integran y forman su contenido o sustancia. En ética: virtud fundamental para la escuela liberal (o sistemas filantrópicos), consistente en entender y aceptar (como un hecho) el pensamiento o el modo de ser u obrar de los demás en orden al fin supremo de la convivencia.

COMUN (Sentido c.).(vid. SENTIDO COMUN).

COMUNIDAD: En general, realidad social formada por personas o grupos que poseen algo en común o para beneficio de todos. En una distinción conceptual introducida por el sociólogo F. Tonnies se opone comunidad a sociedad. En la sociedad, según ella, predomina el factor racional y voluntario (una sociedad comercial, un Estado contractual), al paso que en la comunidad preceden factores nativos, emocionales, religiosos, etcétera (la familia, la Iglesia, la patria o país histórico, etcétera).

CONCEPTO: Representación intelectual (abstracta) de un objeto. Acto o producto de la concepción intelectual o intelección. Se llama también universal, y, en su sentido objetivo, idea. La filosofía medieval se desarrolló en gran parte en torno al llamado "problema o cuestión de los universales". Se trataba en él de qué genero de realidad poseen los géneros y las especies (los universales) -el hombre, el oro-: si una realidad extramental (realismo absoluto) o sólo mental (conceptualismo), o si se trata de meras palabras (nominalismo).

CONCIENCIA (lat. conscientia): En su sentido general, una luz interior por la que vivimos en nuestra mente de forma intencional la realidad de lo que nos rodea, y a nosotros mismos como sujetos de ella. Perder la consciencia o estar inconsciente es la privación de esa luz interior. En su sentido moral, se llama conciencia a la parte de esa conciencia psicológica general que nos hace conocer la bondad o la malicia de nuestros actos e intenciones. Los moralistas la estiman norma subjetiva de moralidad.

CONCLUSION (lat. conclusio): Proposición final de un razonamiento obtenida por inducción o por deducción de las premisas o antecedente.

CONCRETO: Cuanto se ofrece en la realidad existencial, singular e individual. Se opone a abstracto (vid. ABSTRACCION).

CONCUPISCENCIA (lat. concupiscentia): Tendencia apetitiva hacia los objetos sensibles para su goce o posesión. Otra forma de apetito o apetición sensible es la IRASCIBLE (vid.).

CONDICION (lat. conditio): El factor no causal que hace posible o facilita la actuación de la causa. Se divide en condición simple y condición necesaria o conditio sine qua non. Antecedente en los razonamientos hipotéticos o condicionales.

CONDUCTA (vid. COMPORTAMIENTO).

CONDUCTISMO (vid. BEHAVIORISMO).

CONECTOR: Llámanse así en lógica matemática a las partes constantes del discurso que carecen de significado a no ser que vayan unidas a las partes variables. Expresan los nexos o lazos formales entre dichas variables (vid., en lógica clásica, términos SINCATEGOREMATICOS). La lógica matemática los llama también operadores o funtores, y para su expresión se vale de símbolos convencionales.

CONJUNTO (vid. CLASE) (en su sentido dentro de la lógica matemática).

CONMUTATIVA (Justicia c.): La virtud de dar a cada uno lo suyo en las transacciones, según una norma de igualdad aritmética. Se diferencia de la justicia distributiva, que da a cada uno lo suyo según sus méritos y circunstancias.

CONOCIMIENTO: Facultad o efecto de conocer. Poseen conocimiento aquellos seres capaces de traer a su conciencia (vid. CONCIENCIA) el mundo que les rodea o su propia realidad. Por el conocimiento, el sujeto entra con las cosas conocidas en la relación sujeto-objeto. Existen grados distintos de conocimiento (de "luces"), desde el conocimiento animal hasta la visión beatifica.

CONOCIMIENTO (Teoría de) (vid. EPISTEMOLOGIA).

CONSCIENCIA (Vid. CONCIENCIA).

CONSERVACION (Instinto de): Tendencia innata del animal a la defensa de la propia vida y de lo necesario a su mantenimiento.

CONSUSTANCIAL (lat. consubstantialis): Lo que es de la misma sustancia (que otra cosa). Se dice de las tres Divinas Personas en el Misterio de la Trinidad.

CONTINGENCIA (lat. contingentia): Condición de los seres creados, cuya esencia (aquello que son) no entraña su existencia; es decir, que igualmente podrían no existir. Se diferencian en esto del único Ser Necesario -Dios-, cuya esencia es existir.

CONTINGENTISMO: Dícese de la teoría metafísica de Duns Scoto, según la cual las leyes y normas morales no valen por su racionalidad u ordenación a un fin, sino por el solo hecho de haberlas Dios establecido, como podría haberlo realizado con otras distintas u opuestas.

CONTRACTUALISMO: Teoría según la cual la sociedad humana y el Estado son fruto de un pacto o contrato entre los hombres, sin otro origen natural ni divino (Locke, Hobbes, Rousseau).

CONVERSION (de proposiciones): Operación lógica consistente en trocar el predicado por el sujeto de forma tal que no varíe la legalidad lógica de la proposición.

COPULA: Unión. Relación implicativa. Uso predicativo del verbo ser.

COSA (lat. res): Una de las nociones TRASCENDENTALES (vid.) del ser. Se dice del ser considerado en sí mismo, positivamente.

COSA EN SI: Lo que es la cosa o la realidad del mundo exterior, con independencia de su relación con el conocimiento. Empleó Kant este término para designar uno de los factores que integran la síntesis del conocimiento fenoménico: la cosa en sí (nóumeno), ese algo misterioso e incognoscible de donde se supone proceden las sensaciones que, en estado caótico o informe, se integrarán en las formas a priori de la razón pura y en las categorías del entendimiento.

COSMOGONIA: Teorías míticas sobre la génesis del mundo, especialmente sobre su transformación en Cosmos desde el Caos primigenio.

COSMOLOGIA (lat. cosmologia): Nombre dado por Wolff a la parte de la metafísica u ontología que estudia el mundo físico como unidad (filosóficamente).

COSMOS: El mundo en cuanto universo ordenado. Se opone al Caos, que, según los antiguos, le precedió.

COSTUMBRE: Puede tomarse como sinónimo de hábito (vid.). En otro sentido más preciso se aplica preferentemente a los hábitos colectivos: costumbres de un pueblo, de una civilización, de la Iglesia, etcétera. La antigua pedagogía velaba, ante todo, por la conservación de las (sanas) costumbres, y el orden político se asentaba en el respeto a las costumbres, que se juzgaban como la virtud (hábito del bien) para la recta conducta del hombre.

CREACION (lat. creatio): Producción ex nihilo (desde la nada). Sólo Dios puede crear en sentido estricto. Metafóricamente, se llama creación a la obra artística, y poeta (creador), al autor de la obra literariamente bella.

CREACIONISMO: Teoría que supone el origen del mundo (y del alma humana especialmente) en el acto creador de Dios (vid. CREACION).

CREENCIA: Conocimiento adquirido por la FE (vid.) o que es objeto de ella.

CRITERIO (lat. criterium): Regla o norma para saber lo que es verdadero o puede tomarse como cierto. La Teoría del Conocimiento o Epistemología busca un criterio para fundamentar nuestras certezas espontáneas y apoyar en él la objetividad de nuestro conocimiento. Existen también criterios para la rectitud del obrar moral.

CRITICA: Nombre que Kant daba al proceso por el cual la razón se conoce a sí misma.

CUALIDAD (lat. qualitas): Cualquier determinación de un objeto (su color, su virtualidad, etcétera). Aristóteles incluía la cualidad entre los nueve accidentes que, con la sustancia, forman las CATEGORIAS (vid.) o géneros supremos del ser.

CUANTIFICACION (del predicado): Reglas con las cuales se determina en los juicios la cantidad del predicado, que, a diferencia del sujeto, no viene expresada en su formulación habitual.

CUANTIFICADOR: En lógica matemática, conjunto de conectores que permiten realizar la operación llamada "cuantificación", por medio de la cual se determina la extensión o ámbito en que puede predicarse un concepto.

CUERPO: Todo objeto de naturaleza material. Estoicos y epicúreos suponían carácter corpóreo a todo lo real, incluso a almas y pensamientos. La escuela cartesiana dividia los seres de este mundo en dos grandes sustancias: el cuerpo (cuyo atributo es la extensión: ocupar un lugar en el espacio y ser medible) y el alma (cuyo atributo es el pensamiento).

CULTURA: En un sentido, cultivo de las virtualidades y personalidad de un hombre (tener cultura, hombre cultivado). En otro, el conjunto de características más elevadas de un pueblo, época o civilización. Modernamente se ha querido ver en la cultura un principio civilizador y social primario y superior a la religión, y, en cierto modo, contrapuesto a ella, por lo que debe sustituirla. Así, el movimiento enciclopedista, la teoría de Fichte, el Kulturkampj; etc.

Diccionario de la B

BEATITUD (lat. beatitudo): Estado de felicidad cumplida o perfecta concomitante a la posesión contemplativa y afectiva de Dios.

BEHAVIORISMO: Teoría psicológica moderna (J. B. Watson), según la cual sólo la conducta exterior o comportamiento (behaviour) y el método extrospectivo son válidos científicamente enpsicología, excluyendo por subjetivo y no comprobable a la introspección o descripción de los fenómenos anímicos propios.

BELLO (lat. pulchrum): Noción muy amplia que en la antig�edad significaba una armonía o proporción de elementos (variedad en la unidad) acompañada de cierta grandeza y claridad que hacían al objeto bello fácilmente intuible o inteligible. Cabía distinguir entre lo bello como manifestación del bien moral (una bella acción, una bella persona), como clara manifestación de la verdad, como perfección sensible o como perfección expresiva. Su reducción al objeto puramente estético es posterior y se relaciona con las corrientes subjetivistas del gusto.

BIEN (lat. bonum): Lo que posee valor o mérito, o es digno de estima. En filosofía clásica: véase BONDAD. Para los axiólogos, el bien es el objetivo concreto, compuesto de ser y de valor.

BIENAVENTURANZA (vid. BEATITUD).

BIOSFERA (vid. NOOSFERA).

BONDAD (lat. bonum, bonitas): En su sentido más inmediato dícese de la acción humana (voluntaria) cuando se ajusta a las normas de su rectitud o moralidad. Derivadamente de este sentido se aplica a las personas que realizan habitualmente el bien (que son buenas o poseen bondad). En un segundo sentido ontológico cítase la bondad entre las nociones trascendentales (vid. TRASCENDENTALES), que poseen la misma extensión que el ser. La bondad destaca en el ser (en todo ser) su deseabilidad por una voluntad que rectamente lo apetezca. Todo ser, en lo que tiene de ser, es perfeccionador de algo o de alguien por la ley de armonía que preside al Cosmos y hace a los seres mutuamente perfectibles y perfeccionadores.

Diccionario de la A

ABSTRACCION (lat. abstractio): Operación de la mente por la que se capta un aspecto de cualquier objeto sensible o inteligible aislándolo de otros que forman parte del mismo o se hallan con él en alguna relación. Su resultado es el concepto. Empléase en sentido opuesto, aunque complementario, en las expresiones abstraer (penetración mental, captación del universal implicado en la realidad) y hacer abstracción (prescindir de algo o de algún aspecto). Así, yo abstraigo el concepto "hombre" de Juan, Pedro, etcétera; hago abstracción de lo que diferencia e individúa a Juan, Pedro, etcétera.

ACCIDENTE (lat. accidens): Lo que no es en sí, sino en otro. Es decir, que para existir necesita un sujeto de inhesión (un color, un tamaño, una virtud, que existen, pero en algo o alguien que es azul, que mide tanto, que es prudente, etcétera). Se opone a la sustancia (vid.), lo que es "en sí". Distinguía Aristóteles nueve accidentes, que, con la sustancia forman las diez CATEGORIAS (vid.) o géneros supremos del ser. Se distingue este accidente categorial del accidente lógico (o PREDICABLE, vid.), que es una forma de atribución por la que decimos de un sujeto algo que no forma parte de la esencia del mismo ni le acompaña siempre. Por ejemplo, del hombre el ser bajo o rubio, etcétera.

ACCION (lat. actio): Cualquier operación, considerada desde el sujeto de que parte o se inicia.

ACTITUD (vid. TALANTE).

ACTO: Acción cumplida. La existencia en cuanto perfección o realización de la potencia (vid. POTENCIA).

ADECUACION (lat. adaequatio): Conformidad de una noción con su objeto o de los términos en una relación. Así, la verdad se define como "la adecuación del pensamiento con la cosa".

ADVENIR: Suceder o acaecer. Advenimiento: llegada o irrupción de un hecho o realidad.

AFECTO (lat. affectus): Tendencia o movimiento apetitivo en su aspecto positivo, teñida de un tono sentimental que no alcanza el grado absorbente de la pasión. Tales, la inclinación, la solicitud, el cariño, la ternura, etcétera.

AFIRMACION (lat. afirmatio): Designa tanto el acto de enunciar o afirmar como lo afirmado o establecido como real.

AFORISMO: Proposición breve y sentenciosa, de uso común, que expresa una verdad o una regla práctica.

AGENTE (lat. agens): El que obra o actúa, por contraposición a quien sufre, recibe o padece la acción. ENTENDIMIENTO AGENTE (vid. ENTENDIMIENTO).

AGIBLE: Lo que puede hacerse en el orden del espíritu (un proyecto, un propósito, etcétera). Se relaciona con lo FACTIBLE (vid.).

AGNOSIA: Actitud de quien confiesa -y afirma- no saber nada. Enfermedad de la memoria consistente en no reconocer ni localizar el recuerdo, en verlo todo como nuevo.

AGNOSTICISMO: Actitud que niega la posibilidad de un determinado conocimiento (agnosticismo metafísico, valoral, etcétera). Se dice eminentemente en lo que se refiere al conocimiento de la existencia de Dios. Los agnósticos en ese sentido no niegan, como los ateos, la existencia de Dios, sino sólo el que pueda ser conocido sensible, racionalmente o de cualquier otra forma.

ALGO (lat. aliquid). Otro-qué: Una de las nociones trascendentales, equivalentes a la de SER (vid.) y tan universales como ella, pero que destacan un aspecto de la misma. Son TRASCENDENTALES (vid.) o trascienden a las categorías o géneros supremos en que el ser se divide. Se trata de la consideración (negativa) de sí mismo como diferente a todo otro.

ALMA (lat. anima): Principio de vida de los seres vivos. Aquello de que resulta la condición de viviente. Es el objeto de la psicología, llamada originariamente De Anima (sobre el alma). Modernamente se ha restringido el concepto de alma -y el objeto de la psicología- al alma sensitiva o dotada de algún modo de conciencia, excluyendo del mismo el alma o vida vegetal. En un sentido más restringido -y vulgar- se dice sólo del alma racional humana, dotada de sustancialidad e inmortal.

AMBIVALENCIA: Presencia simultánea (en proposiciones o en estados anímicos) de dos sentidos, valoraciones o tendencias encontradas u opuestas.

AMISTAD (lat. amititia): Comunidad de dos o más personas unidas entre sí por lazos de espíritu o afectos profundos y estables. Algunas escuelas filosóficas antiguas la supusieron superior al amor, en razón de su mayor serenidad y permanencia.

AMOR (lat. amor, caritas): En su sentido más amplio: el apetito concupiscible positivo, tomado en su sentido genérico. Es decir, toda tendencia de atracción hacia un objeto sensible. En sentido restringido -y usual: tendencia entre seres humanos con una base de atractivo sexual, pero sublimado por el espíritu, lo que depara a su vivencia los caracteres de perpetuidad y exclusividad.

ANALISIS (lat. analysis): Método de estudio o investigación consistente en descomponer un todo en sus elementos más simples y estudiarlo en éstos o a partir de éstos. Se opone a la SINTESIS (vid.), método de sentido inverso que lo complementa para el estudio de un objeto.

ANALITICA: Calificativo de una disciplina (o de alguna de sus partes) en que predomina el ANALISIS (vid.). Kant da el nombre de "Analítica trascendental" a la segunda parte de su Crítica de la Razón Pura o teoría de los objetos que ofrece la experiencia. ANALOGIA (lat. analogia): En sentido restringido (matemático), igualdad de relaciones. En sentido filosófico, condición de términos cuyo empleo no es unívoco (en un solo sentido), ni equívoco (en sentidos totalmente dispares), sino distintos pero relacionados entre sí y con un primer analogado o sentido originario. Distinguían los escolásticos entre la analogía de atribución y la de proporcionalidad. El término ser, según Santo Tomás, ha de entenderse en sentido análogo, con esa doble analogicidad.

ANAMNESIS: Término griego que significa recordación. Lo empleó particularmente Platón para explicar el conocimiento en este mundo de los universales, interpretándolos como fruto de una recordación de las IDEAS (vid.) arquetípicas que en una vida anterior contempló el alma.

ANTINOMIA: Razonamiento insoluble o retorsible que se basa generalmente en la admisión de unos supuestos contradictorios.

ANTITESIS: En el sentido que le otorgaba Aristóteles: contraposición. Para Hegel: el segundo momento del proceso dialéctico (tesis, antítesis, síntesis).

ANTROPOMORFISMO: Interpretación de la naturaleza en general a imagen de las tendencias o del comportamiento humano.

APATIA: En su sentido etimológico: impasibilidad. Los cónicos y los estoicos le dieron el significado de indiferencia hacia cualquier suerte y el desprecio de las pasiones, haciendo de ello un ideal ético.

APEIRON: Lo indeterminado o informe. Para Anaximandro: el elemento primordial y previo a los demás, del que se componen o son apariencia.

APERCEPCION: El conocimiento o consciencia de las propias percepciones.

APETICION (vid. APETITO).

APETITO (lat. appetitio): Tendencia que impulsa a la acción a un ser viviente partiendo de antecedentes cognoscitivos sensibles. Es común al animal y al hombre. Se divide en apetito CONCUPISCIBLE (vid. CONCUPISCENCIA) e IRASCIBLE (vid.).

APODICTICO: Aristóteles aplicaba este calificativo a los juicios o a los razonamientos demostrativos o demostrables. Kant le da el significado de necesario. Juicio apodíctico será aquel cuya no admisión entraña contradicción.

APOLINEO: Lo referente a APOLO, dios de la luz y símbolo de la cultura clásica (vid. CLASICO). Se ha contrapuesto el concepto de APOLINEO al de DIONISIACO (del dios DIONISIOS o BACO) como la antítesis entre lo ordenado y lo armónico de un lado y el impulso creador nacido de fuerzas oscuras de la naturaleza, de otro.

APOLOGETICA: Disciplina cuyo objeto es la defensa racional (apología) de una fe. Eminentemente se dice de la apologítica cristiana.

APORIA: Dificultad (objetiva) de un razonamiento. Por ejemplo, las enunciadas por Zenón de Elea para demostrar la existencia del movimiento local.

APREHENSION (lat. apprehensio): Captación intelectual de un objeto (concepto, juicio o raciocinio).

A PRIORI - A POSTERIORI: Antes-después. A priori se aplica a juicios y raciocinios cuya validez no depende de la experiencia o comprobación sensible o empírica. A posteriori se dice, en cambio, de aquellos que se apoyan en esta experiencia.

APTITUD: Carácter o conjunto de condiciones que hacen a un hombre especialmente idóneo para una función determinada.

ARBITRIO o Albedrío (lat. arbitrium): En un sentido amplio, dícese del principio de acción de los animales y del hombre, determinado por antecedentes cognoscitivos a diferencia de las plantas y seres inertes. Coincide con este sentido el calificativo ELICITO. En sentido restringido (y usual) dícese del libre arbitrio o libre albedrío, condición del acto voluntario humano, que se supone libre de coacción interna y externa, árbitro o dueño de su propia decisión.

ARBOL LOGICO (o de Porfirio): Esquema lógico que parte de alguna de las CATEGORIAS o géneros supremos (vid.) y desciende por sucesivas divisiones dicotómicas hasta las especies inferiores o hasta el individuo.

ARGUMENTACION: Expresión del razonamiento, al modo como la proposición lo es del juicio o el término del concepto. Cuando se trata de la expresión del razonamiento deductivo categórico, la argumentación se llama SILOGISMO (vid.).

ARISTOCRACIA: Forma de gobierno en que el poder es ejercido por un grupo seleccionado (los mejores, aristós). Es una de las formas justas o rectas de gobierno citadas por Aristóteles y Santo Tomás.

ARJE o ARQUE: Principio (sea de los elementos naturales, sea del gobierno, etcétera).

ARQUETIPO: Modelo original o ejemplar de un tipo u orden de seres. Las Ideas en la teoría platónica tenían el carácter de arquetipo o modelo de las cosas del mundo material.

ARTE (lat. ars): Conjunto de reglas que dirigen una actividad humana. Santo Tomás dividió las artes (como técnicas de lo FACTIBLE, vid.) en artes liberales y artes serviles. Se dividen más comúnmente en bellas artes y artes mecánicas.

ASCESIS: Ejercicio o ejercitación. Originalmente se aplicó al entrenamiento de los atletas. Más tarde adopta el sentido de preparación para la vida moral, especialmente en la ascética cristiana (ejercicio en el dominio de las pasiones).

ASEIDAD (del lat. a se): Carácter del Ser (Dios) que es por sí, no por otro; cuya esencia coincide con su existencia. Se lo considera como el constitutivo formal de Dios.

ASOCIACION (de imágenes o de ideas): Nexo o conexión que se supone entre los elementos de la conciencia (ideas, imágenes) para su evocación al presente de la misma. Son éstos los nexos de semejanza, contraste y contignidad en el espacio o en el tiempo. La escuela asociacionista inglesa pretendió reducir toda la vida psíquica a una dinámica de leyes asociativas de elementos simples.

ASOCIACIONISMO (vid. ASOCIACION).

ATARAXIA: Término con el que estoicos y epicúreos designaban su ideal moral de imperturbabilidad y serenidad del alma.

ATEISMO: Teorías que niegan la existencia de Dios.

ATENCION: Tensión o concentración del espíritu en torno a un objeto, evitando toda dispersión respecto del mismo.

ATOMICA (vid. PROPOSICION atómica).

ATOMISMO: En la antig�edad: Teoría cosmológica que suponía al mundo compuesto de unidades indivisibles y homogéneas de carácter material (átomos). Modernamente existe un "atomismo gnoseológico" (o cognoscitivo) -Russell, Wittgenstein- que supone al conocimiento formado en último análisis por átomos o unidades psicológicas al modo de los "fenómenos de conciencia" de Hume.

ATRIBUTO (lat. attributum): Propiedad (o "propio") que acompaña siempre a una esencia y por la que se manifiesta (sin formar parte de la misma). Aristóteles lo consideraba como uno de los cinco PREDICABLES (vid.) o formas de predicación (especie, género, diferencia, propio y accidente). Lo definía como el universal predicable de una pluralidad a la que atribuye algo no esencial pero que le acompaña siempre (como la facultad de hablar o la de reír en el hombre).

AUTARQUIA: Gobierno por sí mismo. Autosuficiencia.

AUTENTICO: Actitud, naturaleza o comportamiento coherente y arraigado -verdadero o sincero, opuesto a la ficción o a la superficialidad. Para Heidegger: una de las actitudes ante la vida por la que adquiere ésta sentido y valor, en oposición a la inautenticidad o existencia dispersa, inconsciente.

AUTODETERMINACION: Poder de determinarse a sí mismo, propio del ser dotado de voluntad (apetito racional) y, por lo mismo, libre.

AUTONOMIA (moral): Característica de la moral kantiana que supone al obrar moral independiente (o autónomo) de cualquier norma o fin exterior al hombre mismo. Se le opone (según Kant) la heteronomía de los demás sistemas éticos.

AUTORIDAD: Poder que ejerce un hombre o un grupo en la sociedad. En su uso habitual se aplica a un poder no basado en la mera fuerza, sino legitimado en sí mismo o por un poder más alto.

AXIOLOGIA: Teoría de los VALORES (vid. VALOR). Según la escuela axiológica de Max Scheler, el valor es algo distinto del ser, que se capta por una intuición valoral y no por vía sensible ni intelectual.

AXIOMA (lat. axioma): Proposición primera de la que parte la demostración. La lógica clásica le otorga el carácter de proposición evidente por sí misma. La lógica matemática reduce los axiomas a primeras premisas convencionalmente elegidas.

AZAR: Acaecimiento o suceso imprevisible por ser fruto de una coincidencia fortuita de series causales diversas. Según algunas escuelas, llamamos azar sólo a nuestra ignorancia de todos los factores causales que inciden en un fenómeno determinándolo.
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