(1889-1976)
Fundador de la denominada fenomenología existencial, está considerado uno de los pensadores más originales del siglo XX. Martin Heidegger nació el 26 de septiembre de 1889 en Messkirch (Baden, actual estado de Baden-Württemberg). Cursó estudios superiores de teología y de filosofía en la Universidad de Friburgo, centro por el que se doctoró en 1914 y donde fue alumno de Heinrich Rickert y de Edmund Husserl, el fundador de la fenomenología. En 1916 comenzó su carrera docente en la propia Universidad de Friburgo. Posteriormente pasó, en calidad de profesor titular, a la Universidad de Marburgo, en la que permaneció hasta 1928. Ese año se convirtió, igualmente, en profesor titular de filosofía en la Universidad de Friburgo. Tras el ascenso al poder en Alemania de Adolf Hitler en 1933, Heidegger (que, posiblemente bajo presiones, había mostrado su adhesión al partido nacionalsocialista) fue nombrado ese mismo año rector de la universidad. No obstante, el progresivo deterioro de sus relaciones con las autoridades alemanas (se negó a que en el recinto universitario se realizara propaganda antisemita) culminó con su dimisión al frente del rectorado en 1934. Pudo continuar sus enseñanzas, aunque éstas fueron en parte censuradas, hasta 1944. En 1945, tras finalizar la II Guerra Mundial, Heidegger tuvo que hacer frente a la actitud de relativa afinidad con el nacionalsocialismo que manifestara en 1933. Por ello, hasta 1951 no fue restablecido en su puesto docente, en el que permaneció hasta 1958. Falleció el 26 de mayo de 1976 en Messkirch.
Al igual que en el caso de Husserl, el pensamiento de Heidegger recibió las influencias de la filosofía griega presocrática, del filósofo danés Sören Kierkegaard y del filósofo alemán Friedrich Nietzsche. En su obra más importante e influyente, El ser y el tiempo (1927), considerada uno de los escritos más significativos del existencialismo, Heidegger se preocupó por la que definía como cuestión filosófica (y humana) esencial: qué es ser. Desde 1930, Heidegger volvió, en trabajos como Introducción a la metafísica (1953), a la particular interpretación de las concepciones occidentales del ser. Sentía que, en contraste con la reverente concepción del ser dominante en la Grecia clásica, la sociedad tecnológica contemporánea había favorecido una actitud elemental y manipuladora que había privado de sentido al ser y a la vida humana, un estado que llamaba nihilismo. La humanidad ha olvidado su verdadera vocación, que es recuperar la más profunda comprensión de la existencia lograda por los primeros griegos y perdida por filósofos posteriores. El original tratamiento de Heidegger de temas como la finitud humana, la muerte, la nada y la autenticidad tuvo una influencia crucial sobre el filósofo existencialista francés Jean-Paul Sartre. Heidegger, sin embargo, repudió con el tiempo la interpretación existencialista de su trabajo, en beneficio de una dimensión más vital y poética, ya apreciada en otro tiempo por los pensadores españoles Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset. Desde la década de 1960 su influencia se ha extendido más allá de la Europa continental y ha tenido un impacto creciente en la filosofía de los países de habla inglesa.
Fuente: Felipeno
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viernes, 12 de septiembre de 2008
martes, 29 de julio de 2008
Wilhelm Wundt
(1832-1920)
Wilhem Wundt creó el primer laboratorio científico de psicología en 1879, y es a partir de este momento cuando aparece la Psicología Científica, antes la psicología no se consideraba más que una rama de la filosofía. Wundt fue profesor de medicina y fisiología humana de la Universidad alemana de Leipzig, y le interesaba conocer tanto los problemas fisiológicos como los filosóficos que forman la base de la psicología. Filósofo, fisiólogo y psicólogo, fue el fundador del Estructuralismo. En este laboratorio estudia las sensaciones a un nivel muy elemental, como el calor y el frío. Escribió el libro Fundamentos de la Psicología Fisiológica uno de los libros más citados dentro de la psicología. Para Wundt hay dos aspectos esenciales en el comportamiento: lo objetivo (lo que vemos y sentimos) y lo subjetivo (cómo captamos aquello que estamos percibiendo).
Con esta nueva psicología experimental se describe por primera vez el tiempo de reacción, que es lo que tarda el organismo en reaccionar a un estímulo determinado. También se descubren las primeras localizaciones cerebrales, base somática de la conducta y surge la idea de enfermedades mentales como enfermedades del cerebro, algo fisiológico. Wundt era un individuo con vastos intereses intelectuales. Por ejemplo, entre 1900 y 1920 publicó una obra de diez volúmenes titulada Psicología de los pueblos, en la que examinaba el desarrollo psicológico de la humanidad.
Wundt fue muy influido por John Locke y por el empirismo inglés en general. Creía que el propósito primordial de la psicología era estudiar el modo en que las asociaciones de sensaciones e ideas simples dan origen a las ideas complejas. Y para este estudio, entendía que la herramienta adecuada era la introspección, proceso que requiere del sujeto (entrenado a tal efecto) observar lo que ocurre en su propia conciencia y dar cuenta de esos descubrimientos.
El estructuralismo gozó de gran prestigio durante casi treinta años; no obstante, a la larga fue atacado desde múltiples ángulos, y para la época en que Wundt era un anciano, se lo consideraba ya caduco como escuela psicológica.
Otros de sus libros fueron Psicología fisiológica (1880) y Esquema de psicología (1896).
Wilhem Wundt creó el primer laboratorio científico de psicología en 1879, y es a partir de este momento cuando aparece la Psicología Científica, antes la psicología no se consideraba más que una rama de la filosofía. Wundt fue profesor de medicina y fisiología humana de la Universidad alemana de Leipzig, y le interesaba conocer tanto los problemas fisiológicos como los filosóficos que forman la base de la psicología. Filósofo, fisiólogo y psicólogo, fue el fundador del Estructuralismo. En este laboratorio estudia las sensaciones a un nivel muy elemental, como el calor y el frío. Escribió el libro Fundamentos de la Psicología Fisiológica uno de los libros más citados dentro de la psicología. Para Wundt hay dos aspectos esenciales en el comportamiento: lo objetivo (lo que vemos y sentimos) y lo subjetivo (cómo captamos aquello que estamos percibiendo).
Con esta nueva psicología experimental se describe por primera vez el tiempo de reacción, que es lo que tarda el organismo en reaccionar a un estímulo determinado. También se descubren las primeras localizaciones cerebrales, base somática de la conducta y surge la idea de enfermedades mentales como enfermedades del cerebro, algo fisiológico. Wundt era un individuo con vastos intereses intelectuales. Por ejemplo, entre 1900 y 1920 publicó una obra de diez volúmenes titulada Psicología de los pueblos, en la que examinaba el desarrollo psicológico de la humanidad.
Wundt fue muy influido por John Locke y por el empirismo inglés en general. Creía que el propósito primordial de la psicología era estudiar el modo en que las asociaciones de sensaciones e ideas simples dan origen a las ideas complejas. Y para este estudio, entendía que la herramienta adecuada era la introspección, proceso que requiere del sujeto (entrenado a tal efecto) observar lo que ocurre en su propia conciencia y dar cuenta de esos descubrimientos.
El estructuralismo gozó de gran prestigio durante casi treinta años; no obstante, a la larga fue atacado desde múltiples ángulos, y para la época en que Wundt era un anciano, se lo consideraba ya caduco como escuela psicológica.
Otros de sus libros fueron Psicología fisiológica (1880) y Esquema de psicología (1896).
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martes, 13 de mayo de 2008
Manuel Kant
Immanuel Kant. Filósofo idealista alemán (1724-1804), adalid del Idealismo trascendental. Nació y murió en la ciudad alemana de Könisberg, en una familia humilde. Educado en el pietismo, recibiendo una educación muy dura y rígida, que marcaría sus hábitos vitales durante toda su vida. Ingresó en la universidad de Könisberg, donde estudió Lógica, Metafísica y a Isaac Newton. Dio clases como profesor particular hasta que ingresó en la universidad como profesor de Metafísica. Nunca abandonó (salvo escasas ocasiones) su ciudad.
Partiendo del racionalismo de Cristian Wolff, el contacto con el empirismo de David Hume le impelió a realizar la crítica a la Metafísica tradicional, pero no desde la posición puramente empirista, sino compaginando también el racionalismo. Así, su crítica fundamental contra la Metafísica es probar que no se trata de una ciencia como la de Newton, en tanto que un juicio sintético a priori de la Metafísica no puede convertirse en fundamento de una ciencia, ya que supera los límites de la experiencia y su estructura lógica es contradictoria (p.e., Dios, en tanto que ens realissimum, como señalaba Wolff, habría de anegarlo todo por contener en sí todas las perfecciones, algo absurdo). En general, Kant utilizó todos los conceptos de la escolástica tradicional pero reformulados (Concepto, Juicio, Raciocinio convertido en Estética, Analítica y Dialéctica en la Crítica de la Razón Pura), con vistas a salvar la concepción espiritualista cristiana, convirtiendo las Ideas puras de la Metafísica, en postulados de la razón práctica.
Entre sus obras destacan las del llamado «período crítico» y «poscrítico»: Crítica de la razón pura, Crítica de la razón práctica y Crítica del juicio con la Fundamentación de la metafísica de las costumbres y La religión bajo los límites de la razón.
«Y esto es lo que hizo Kant: legitimar ante el racionalismo materialista ilustrado, que se alimentaba de las nuevas ciencias emergentes (la Mecánica, la Biología, la Antropología), la concepción tradicional espiritualista cristiana, del Alma, del Mundo y de Dios. La legitimación se lleva a cabo interpretando los resultados de la Crítica de la Razón Pura como orientados, no ya a destruir (como pretendía el materialismo) la fe tradicional en el Alma inmortal, en el orden cósmico armónico, o el Dios justo (que el dogmatismo de la metafísica tradicional pretendía demostrar científicamente), sino a poner coto a las pretensiones del materialismo, un coto tan firme como se lo ponía el dogmatismo de la metafísica tradicional. (...) De todo lo cual podríamos concluir que una de las tareas principales que el materialismo filosófico tiene que asumir en este bicentenario de la muerte de Kant sigue siendo la tarea de demolición del sistema del idealismo trascendental, si es verdad que este sigue aún vivo entre nosotros. Este es nuestro homenaje a Kant: reconocerle su vigencia y redefinir al materialismo filosófico como un sistema que sólo toma su verdadera conciencia de sí mismo por su oposición al idealismo kantiano.»
Gustavo Bueno, en su intervención durante los IX Encuentros de Filosofía en Gijón, julio 2004, conmemorativos del bicentenario de Kant.
Fuente: Enciclopedia Filosófica
Partiendo del racionalismo de Cristian Wolff, el contacto con el empirismo de David Hume le impelió a realizar la crítica a la Metafísica tradicional, pero no desde la posición puramente empirista, sino compaginando también el racionalismo. Así, su crítica fundamental contra la Metafísica es probar que no se trata de una ciencia como la de Newton, en tanto que un juicio sintético a priori de la Metafísica no puede convertirse en fundamento de una ciencia, ya que supera los límites de la experiencia y su estructura lógica es contradictoria (p.e., Dios, en tanto que ens realissimum, como señalaba Wolff, habría de anegarlo todo por contener en sí todas las perfecciones, algo absurdo). En general, Kant utilizó todos los conceptos de la escolástica tradicional pero reformulados (Concepto, Juicio, Raciocinio convertido en Estética, Analítica y Dialéctica en la Crítica de la Razón Pura), con vistas a salvar la concepción espiritualista cristiana, convirtiendo las Ideas puras de la Metafísica, en postulados de la razón práctica.
Entre sus obras destacan las del llamado «período crítico» y «poscrítico»: Crítica de la razón pura, Crítica de la razón práctica y Crítica del juicio con la Fundamentación de la metafísica de las costumbres y La religión bajo los límites de la razón.
«Y esto es lo que hizo Kant: legitimar ante el racionalismo materialista ilustrado, que se alimentaba de las nuevas ciencias emergentes (la Mecánica, la Biología, la Antropología), la concepción tradicional espiritualista cristiana, del Alma, del Mundo y de Dios. La legitimación se lleva a cabo interpretando los resultados de la Crítica de la Razón Pura como orientados, no ya a destruir (como pretendía el materialismo) la fe tradicional en el Alma inmortal, en el orden cósmico armónico, o el Dios justo (que el dogmatismo de la metafísica tradicional pretendía demostrar científicamente), sino a poner coto a las pretensiones del materialismo, un coto tan firme como se lo ponía el dogmatismo de la metafísica tradicional. (...) De todo lo cual podríamos concluir que una de las tareas principales que el materialismo filosófico tiene que asumir en este bicentenario de la muerte de Kant sigue siendo la tarea de demolición del sistema del idealismo trascendental, si es verdad que este sigue aún vivo entre nosotros. Este es nuestro homenaje a Kant: reconocerle su vigencia y redefinir al materialismo filosófico como un sistema que sólo toma su verdadera conciencia de sí mismo por su oposición al idealismo kantiano.»
Gustavo Bueno, en su intervención durante los IX Encuentros de Filosofía en Gijón, julio 2004, conmemorativos del bicentenario de Kant.
Fuente: Enciclopedia Filosófica
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