martes, 13 de mayo de 2008

Sócrates

Uno de los grandes pensadores y filósofos de la antigüedad. Dedicó su vida y su obra a la filosofía ética y a la búsqueda del bien, de la virtud y de la justicia. El método principal que usaba era el diálogo (método dialéctico), a través del cual buscaba la verdad con preguntas y respuestas tratando de demostrar a la gente su ignorancia y ayudarla a conocerse a si mismo. Su contribución a la filosofía fue muy importante, principalmente porque con Sócrates no solamente la tierra y los cielos tenían valor, sino todo el universo del alma humana.

Sócrates nació en Atenas, hijo del escultor Sofroniscos y de la matrona Fenareti. Sócrates practicó también la profesión de escultor, tal vez hasta sus cuarenta años, cuando la abandonó para empezar la filosofía. Rápidamente, a su alrededor se concentraron los jóvenes de su época y dedicó toda su vida dialogando con ellos. Se casó con Xanthipi y tuvo tres hijos. Como persona era frugal y sobrio. No se ocupó nunca de la política y como ciudadano era disciplinario, virtuoso y justo. Enseñaba a obedecer las leyes y daba el ejemplo, cumpliendo con buena voluntad sus deberes ciudadanos.

Sócrates, aunque no era político, era una de las personas más conocidas en Atenas. Su personaje era único, enigmático y paradójico. Su apariencia no tenía nada de la característica belleza griega. Era feo, calvo, con ojos grandes, con una nariz gorda y corta, con labios carnosos, y una barriga abultada. Sin embargo, en su interior era un hombre hermoso distinguido por su inteligencia, fineza, moralidad, moderación y suficiencia, por la tranquilidad y armonía que irradiaba su alma. Como Platón decía: ‘’era el mejor, el más tranquilo y el más justo hombre de todos los Griegos.’’

Sócrates se dedicó a la búsqueda de la filosofía ética o la búsqueda de la moral, de la virtud y de la justicia. Se dio cuenta que su deber principal y la misión de su vida era contribuir a la elevación del nivel moral e intelectual, no solamente de la juventud, sino también de todos de sus conciudadanos. Quería mostrar a la gente su ignorancia y ayudarles a conocerse a si mismos. Trataba, entonces, con sus enseñanzas, de convencer a sus conciudadanos atenienses que el intento principal del hombre debe ser la búsqueda de la verdad, el autocontrol y que el bien más grande se encuentra en cultivar mayormente nuestras almas y buscar la prudencia ética. Sócrates dio los pasos hacia una filosofía centrada en el ser humano. Sin tener una escuela, usó como su método principal el diálogo. Empezaba la conversación fingiendo que no conocía nada y que estaba interesado en conocer lo que es justo, injusto, lo que es coraje y cobardía, lo que es bueno y malo etc. Este fingimiento de ignorancia de Sócrates se llama ironía socrática. No daba a nadie la impresión que iba a enseñar algo específico, porque creía que si el hombre aprende primero a usar su mente, es decir su lógica, puede luego pensar, encontrar y adquirir la verdad solo. Por esta razón no ofrecía nunca conocimientos listos a su interlocutor. Le bastaba provocar su interlocutor con preguntas para poder llegar solo a los conocimientos que ya tenía a su interior. Este método de Sócrates se llama ‘’obstetricia’’.

Había mucha gente que odiaba Sócrates, porque lo consideraban un sofista y lo acusaban de irreverente y negado a la vida religiosa y social. El juicio se realizó el 399 a. C. y sus alumnos se preocuparon en que un muy buen orador le preparara una buena apología. Pero Sócrates negó usarla diciendo que él mismo estaba preparando su apología durante toda su vida con sus hechos, es decir, practicando siempre lo que consideraba bueno. De su apología improvisada y sin retóricas, no faltaba su característica ironía. El tribunal anunció culpable a Sócrates y lo condenó a morir luego de 30 días en prisión. Durante todo este tiempo, sus numerosos alumnos rodeaban la prisión transformándola en una verdadera escuela de filosofía y Sócrates, sereno y tranquilo, daba a sus alumnos los últimos consejos y legados. Negó las propuestas de su alumno Kritón de escapar para salvar su vida, porque quería hasta el último momento de su vida ser consistente a sus enseñazas y dar el ejemplo de que todos los ciudadanos deben respetar siempre las leyes de la ciudad. Así, en mayo 339 a. C tomó el veneno, siempre tranquilo con perseverancia y serenidad únicas en la historia, como única fue la personalidad de este gran filósofo, de este gran maestro.

N. B. Toda la información presentada está disponible en el libro (en idioma Griego) de G. Papadogeorgou, PERSONAJES EMINENTES DE GRECIA ANTIGUA-SU VIDA Y SU OBRA, de la editorial M.Toubis A. E. www.toubis.gr

Fuente: Emabajada de Grecia en Santiago

Apologia de Socrates

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